De todas las campañas de reforestación que se han realizado en Cuautla, solo un par han tenido éxito, mientras que la mayoría fracasan debido a que los árboles plantados, principalmente en el área natural protegida del río Cuautla, no recibieron mantenimiento.
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De acuerdo con la bióloga Rosa Marta Nava Oliva, del Colegio de Biólogos del Estado de Morelos, Capítulo Cuautla, dos casos pueden ser tomados como ejemplo de lo que sí hay que hacer.
Se trata de las campañas de reforestación realizadas, desde hace tres años, por los estudiantes de la Facultad de Estudios Superiores de Cuautla (FESC), perteneciente a la UAEM, así como a lo largo de los dos kilómetros lineales de la ciclovía que inicia en el libramiento oriente y concluye en la Central de Abasto, al norte del municipio.
“Esas campañas han tenido éxito porque hay gente que se encarga de regar y cuidar los árboles”, explicó la bióloga, en el marco de la jornada masiva de reforestación en la que se plantarán más de dos mil 400 árboles en distintos puntos del municipio, con la que se espera corregir los errores cometidos en las reforestaciones del río.
De acuerdo con María de los Ángeles Fernández, directora de la FESC de la UAEM, las campañas de reforestación del plantel han tenido éxito por una filosofía adoptada con la comunidad estudiantil, en la que el desarrollo académico de los jóvenes no solo está relacionado con lo que aprenden en el salón de clases, sino también con otras actividades fuera del aula:
“Tenemos un buen nivel de la plantilla docente y tenemos conceptos, teorías muy específicas en cada carrera, pero eso no forma ciudadanos. Para formar ciudadanos que aporten a una convivencia armónica y sana nos sumamos a otras actividades, como concientizar, sensibilizar a la población estudiantil y los trabajadores”, dijo la directora.
Dentro del plantel pueden apreciarse árboles ya crecidos, que corresponden a las primeras campañas de reforestación, así como otros más jóvenes. La directora explica: “Esto empieza por tener un respeto y un amor a la naturaleza, y esa naturaleza nos puede dar productos que a los jóvenes que estudian un día pueden desayunar aquí una fruta, procurarse una ensalada, etcétera”.
Dijo que, a mediano plazo, la FESC planea contar con un huerto estudiantil, con el que los jóvenes extiendan el trabajo realizado en las reforestaciones y lleven a cabo prácticas relacionadas con las materias que estudian.