Las primeras semanas después del sismo, la actividad turística de Tepoztlán cesó; gradualmente, con el paso de los meses se ha reactivado, y aunque muchos de sus lugares representativos e históricos siguen cerrados por las remodelaciones, la cantidad de visitantes aumentó. Los fines de semana, la población que recorre el municipio se disparó a 70 por ciento; y, afortunadamente, la categoría de "pueblo mágico" nunca estuvo en riesgo.
La afluencia de visitantes se nota en las calles, ya que los fines de semana el tráfico de automóviles se intensifica, comentó Joaquín Guzmán, integrante del área de Comunicación Educativa del Ex Convento de la Natividad.
Desde luego, la gente sufrió una conmoción, por la información de que Morelos estaba afectado, y turísticamente venir a Morelos significaba visitar los conventos, las iglesias y las expresiones que hay en cada comunidad
Esta situación influyó considerablemente en los ingresos familiares de los tepoztecos y provocó que las primeras semanas el pueblo estuviera vacío, aunado a las dudas que había sobre la situación del tepozteco, y aunque el INAH cerró el lugar de la pirámide, la gente de todos modos subía al cerro, dado que el dictamen tardó mucho en llegar por parte de Cenapred hasta diciembre cuando se abrió nuevamente al público.
En el transcurso de los meses, y gracias a la difusión que se ha hecho de la apertura de muchos lugares, los visitantes nuevamente consideran a Tepoztlán como una opción para el fin de semana, "sobre todo que el convento no está cerrado totalmente y se puede visitar, además de otras alternativas que pueden encontrar", agregó.
Joaquín Guzmán expuso que ante el contacto permanente que tiene con los visitantes, la etiqueta de pueblo mágico no estuvo en riesgo, seguramente por otras cuestiones que no están relacionadas con la población, pero el sismo no intervino en la afluencia del turismo, ni de los productores que cada fin de semana venden sus productos en ese lugar.
A un año del sismo, Tepoztlán registra una mayor afluencia para fortuna de sus pobladores; ejemplo de ello fue el periodo vacacional pasado, cuando la zona arqueológica reportó arriba de 11 mil visitantes, cifra que esta por arriba de otros años. En tanto, el ex convento disminuyó porque sólo está abierto a la mitad, o al ver cerrada la parte de la iglesia creen que está cerrada, cuando el acceso es por el centro de salud.