A pesar de la crisis de inseguridad que enfrenta Cuautla, sus habitantes están dispuestos a preservar la tradición de las posadas que caracterizan la celebración de la Navidad en México, pero este año tomarán medidas especiales: en al menos seis colonias, los ayudantes municipales solicitarán vigilancia a la Secretaría de Seguridad Pública, para garantizar la seguridad de los fieles católicos en sus recorridos por las calles.
Édgar Solís, ayudante municipal de la colonia Cuautlixco, dijo que este año la posada que organiza la ayudantía no solo requirió el apoyo de los vecinos, sino que también de la ayuda de las autoridades policiacas.
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"Además de la organización con los vecinos, contemplamos solicitar apoyo de la seguridad pública para que nos apoyen en brindar vigilancia", dijo la autoridad auxiliar.
Otras ayudantías han hecho lo mismo, entre ellos las de las colonias Morelos, Cuautlixco, Gabriel Tepepa y Hermenegildo Galeana.
"Lo piensa uno para salir, por cómo están las cosas, así que solo queda encomendarse a Dios", dijo Jesús Padilla, vecino de Cuautlixco.
Recorridos más cortos
En la memoria de quienes hoy son adultos están los recuerdos de las posadas a las que fueron siendo niños y los recorridos a través de las calles sosteniendo a los peregrinos. Desde la pandemia, los largos recorridos fueron sustituidos por actos más bien simbólicos, y este año las peregrinaciones serán aún más cortas.
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Es el caso de la posada que realiza la familia Álvarez en la colonia Eusebio Jáuregui, considerada como un foco rojo. Desde hace varios años, la familia optó por pedir posada, invitando a sus vecinos, en su propio jardín, evitando así exponerse en la vía pública.
"Es más seguro, nos arriesgamos menos", dijo Lilia Álvarez.
Un gasto cuantioso
Las posadas mexicanas son una tradición que fomenta la convivencia familiar y compartir con los demás, pero también implican un gasto cuantioso para quienes deciden recibir una. Al recibir a José y María, tal como lo hicieron quienes acogieron a los peregrinos ante la llegada de Jesús, cada familia asume la responsabilidad de preparar los tradicionales aguinaldos, el ponche, las piñatas y, en algunos casos, un plato de cena, que suele ser un platillo típico de la cocina mexicana, como tamales, pozole o quesadillas. En promedio, el gasto alcanza los tres mil pesos.
"Pero en lo que más se gasta es en las golosinas, que cada día están más caras", dice Lilia Álvarez.
Tan solo en la compra de golosinas, la familia invirtió más de mil pesos.
La tradición
La tradición de las posadas en México es una de las más representativas de la época navideña. Esta celebración, que tiene lugar del 16 al 24 de diciembre, simboliza el peregrinaje de María y José en busca de un lugar donde alojarse para el nacimiento de Jesús. Durante las posadas, los fieles recrean este viaje, orando por las calles y cantando las letanías tradicionales.
Son también un momento de reunión y alegría, que se caracteriza por el rompimiento de piñatas, que simbolizan los pecados y las tentaciones, y la entrega de aguinaldos a los niños, los cuales suelen consistir en bolsas con frutas, dulces y, en ocasiones, juguetes. / Con información de Ofelia Espinoza
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