El 2 de abril se publicó en el Diario Oifical de la Federación la desaparición de fideicomisos públicos con el fin de que la administración pública se conduzca "con austeridad republicana". Esta decisión para la población en general pudo no parecer tan importante, pero para los artistas, científicos e investigadores generó una incertidumbre al dejarlo desprotegidos.

La extinción de fideicomisos no sólo afectaría al Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca) sino también a diferentes áreas de ciencia e investigación, al abrogar 65 fondos, como son los encargados de abrir convocatorias para investigación y el “Fondo Mixto Conacyt Morelos”.

Ante la falta de información por parte del gobierno federal, la Academia de Ciencias del Estado de Morelos (ACMor) solicitó desde el pasado viernes información al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnologia (Conacyt) sobre cuáles y en qué condiciones desaparecerían, así como cuáles se conservarían pero hasta el momento no habían obtenido respuesta.

Sin embargo, la presidenta de la ACMor, Brenda Valderrama Blanco, aseguró que la extinción de los fondos sería un retroceso terrible para la ciencia en México; provocando, a la par, una parálisis por completo en la investigación; incluso en este sexenio, refirió, han perdido una tendencia que tenían desde hace mucho tiempo, 50 años de creación del Conacyt y 30 años de creación de los fondos.

La comunidad científica en México ha perdido flexibilidad y sobre todo la diversidad que caracterizaba al Sistema Nacional de Investigación, creado por acuerdo presidencial en 1984, para reconocer la labor de las personas dedicadas a producir conocimiento científico y tecnología.

El reconocimiento se otorga a través de la evaluación por pares y consiste en otorgar el nombramiento de investigador nacional. Esta distinción simboliza la calidad y prestigio de las contribuciones científicas, en paralelo al nombramiento, se otorgan estímulos económicos. Valderrama Blanco indicó que los 30 mil miembros del Sistema, más otros tantos que no son integrantes se quedarían sin recursos para sus trabajos.

Si se cierran estos fondos quedaríamos verdaderamente desprotegidos y si se decidiera juntar todo el dinero en un fondo que son alrededor de 10 millones de pesos en un solo fondo se generaría un cuello de botella. Como podrías gestionar 30 mil proyectos al año a través de una sola convocatoria. Todavía no nos dicen si se conservara el dinero pero generaría un cuello de botella.

Añadió que previo a la cancelación de los fideicomisos públicos se suspendió la contratación de investigadores jóvenes a través del programa de “Cátedras Conacyt”, lo cual de entrada es un problema, al igual, que a los investigadores que se habían contratado, alrededor de mil 500, sus convenios han sido cancelados.

El objetivo de este programa es formar una masa crítica de capital humano altamente calificado que incremente y fortalezca la capacidad de generación, aplicación y transferencia de conocimiento en los temas y las áreas prioritarias para el país, mediante la incorporación de investigadores a instituciones públicas de educación superior e investigación.

La investigadora del Instituto de Biotecnología de la UNAM, resaltó que lo primero es recibir información porque solo tienen conocimiento de ciertos datos por la prensa; saben que la directora del Conacyt se reunió con el secretario de Hacienda pero aún les han compartido los resultados o acuerdos. A partir de este momento, señaló, podrían tomar una postura, “pero en realidad estamos muy preocupados”.

Brenda Valderrama aseguró que la extinción de los fondos sería un retroceso terrible para la ciencia en México; provocando, a la par, una parálisis por completo en la investigación; incluso en este sexenio, refirió, han perdido una tendencia que tenían desde hace mucho tiempo, 50 años de creación del Conacyt y 30 años de creación de los fondos