La intervención de especialistas en la llamada Poza Azul, en el Área Natural Protegida (ANP) del Río Cuautla, como parte del proceso de creación de una aldea biocultural y un santuario para la preservación de la tortuga casquito, especie endémica de la región, ha dejado ver problemas de invasión no solo humana, sino también de especies que han sido introducidas en las últimas décadas en el ANP, perjudicando el ecosistema natural de la zona.
Así lo dio a conocer Enrique Anzures Carrillo, director de Uso y Manejo Sustentable de la Comisión Estatal de Biodiversidad en Morelos (Coesbio), tras una reunión en la que participaron diversos especialistas en el tema, realizada en la poza donde se prevé recrear el hábitat natural de las tortugas que actualmente se encuentran protegidas en la Unidad de Manejo Ambiental del parque Emiliano Zapata Salazar, en la colonia del mismo nombre.
De acuerdo con Anzures, uno de los elementos principales de la aldea bioculturales contar con un jardín de polinizadores, con plantas endémicas de la región, en lugar de las que se encuentran ahí, que son exóticas.
“Lo que se está proponiendo ahorita es hacer un listado definitivo, en enero, de las plantas propias y algunas otras emblemáticas, como el cazahuate, que se van a plantar aquí, donde pretendemos involucrar a la gente y que hagan conciencia de la importancia de preservar las especies nativas”, explicó el funcionario.
Anzures Carrillo expuso que la proliferación de plantas y árboles no nativos de la región ha contribuido a la reducción de aquellos que sí son endémicos, y que pueden considerarse como patrimonio natural de Cuautla. Por mencionar algunos, habló de árboles como guajes, guamúchiles, guayabos y cazahuates.
“El objetivo de este proyecto es concientizar a la gente de que las plantas también tienen una función en el ecosistema, como polinizar y abrigar algunas especies”, agregó.