A una semana de las elecciones, las personas con capacidades diferentes de la región Oriente esperan el gran día con buenos ánimos, y confían en que los funcionarios de casilla estén preparados para recibirlos en las urnas.
Durante los últimos años, las personas que tienen alguna discapacidad han visto cómo los procesos electorales evolucionan en cuanto a la inclusión de quienes no pueden caminar, ver o tienen otras limitaciones físicas. De acuerdo con Jaime Martínez, un joven invidente que acostumbra a tocar su acordeón en el Zócalo de Cuautla, esta inclusión ha sido sólo parcial, pues en las casillas no hay quien los oriente al momento de ejercer el voto.
"No hay facilidad, no hay quien te guíe. Si no vas con un familiar, ¿cómo entras a votar, quién te ayuda?", relató el joven, quien reconoció que el Instituto Nacional Electoral (INE) sí ha fabricado boletas en braille para las personas que, como él, no pueden ver.
A nivel regional, la Asociación para el Desarrollo Productivo A.C. (Adepac) defiende los derechos de las personas con discapacidad que buscan desarrollarse profesionalmente. Más allá de las limitaciones de accesibilidad que suelen existir para que ejerzan el voto.
José Manuel Saldaña, representante de la asociación, reconoció que cada vez hay más apertura tanto del INE como de los partidos políticos para este sector de la población, quienes ahora fungen como capacitadores y observadores electorales.
Sin embargo, sostiene que la accesibilidad de las elecciones para las personas con discapacidad sólo podrá corroborarse el 1 de julio; "será cuestión de saberlo el día de las elecciones", señaló.