La dimisión de Omar Pérez Uribe como párroco de la Diócesis de Cuernavaca en Axochiapan, luego de que reconociera como verdaderas las imágenes con contenido sexual en las que aparecía con una mujer, llevó al órgano clerical, comandado por el obispo Ramón Castro Castro, a emprender una campaña de rehabilitación del ministerio sacerdotal. Sin embargo, el caso de Pérez Uribe no ha sido el primero en que envuelve a la Iglesia en un escándalo sexual en este estado. De hecho, hubo uno más grave
Tepalcingo, santuario de Jesús Nazareno
En septiembre de 2016, Omar Aguilar, ex párroco del pueblo de Tepalcingo, fue detenido en la colonia San Gaspar, de Jiutepec. Una semana después, el juez mixto de Primera Instancia Séptimo Distrito Judicial dictó el auto de formal prisión en su contra. En 2009, el párroco habría abusado sexualmente de un menor de edad en el área de coro del santuario, situación que desencadenó un conflicto entre la Diócesis de Cuernavaca y la gente del pueblo.
Además de ser denunciado por abuso sexual en agravio de un menor, el párroco Omar también fue señalado por los pobladores por robo de arte sacro. En su momento, el conflicto llegó a tal grado que la población tomó el templo y la Casa del Peregrino para recuperar la administración de los recursos que recauda la Feria de Tepalcingo, la más grande todo el estado, y vigilar de cerca su uso. La respuesta del obispo llegó en los días siguientes, pues fueron excomulgados por profanar el Santísimo.
En el proceso, criticaron que en el lugar donde vivía el padre tuviera muebles de lujo, mientras que la gente más pobre no había recibido apoyo alguno por parte de la Iglesia.
La detención de Carlos López, 2018
Al igual que Omar Aguilar, Carlos López también fue detenido en Jiutepec. En marzo de este año, el párroco fue aprehendido tras abusar presuntamente de un menor de edad hace 22 años. Si bien el abuso no ocurrió en Morelos, el caso cobró notoriedad a nivel nacional, dado que, según se dio a conocer más tarde, el párroco no sólo llegó a abusar de su monaguillo y otros niños acólitos, sino que además manejaba una red internacional de pornografía infantil. Finalmente, el ex cura recibió una condena de 63 años de prisión.
Inicia la rehabilitación
A diferencia de los dos casos anteriores, el del párroco de Axochiapan no tiene que ver con abusos sexuales, pero ha suscitado dudas sobre el manejo de los donativos que hace la feligresía en las Iglesias (la información filtrada a través de las redes sociales sugiere que Omar Pérez solía hacer viajes internacionales de manera recurrente) y ha generado una respuesta más contundente por parte de la Diócesis de Cuernavaca, quienes indicaron cero tolerancia a este tipo de actos, según declaró el propio obispo Ramón Castro Castro.