Peregrinación ciclista de Ayala: devoción y tradición rumbo a la Basílica de Guadalupe

Más de 40 ciclistas de la colonia Abelardo L. Rodríguez, en Ayala, se preparan para recorrer tres días de camino hasta la Basílica de Guadalupe, en una peregrinación llena de tradición, compromiso y fe

Emmanuel Ruiz / El Sol de Cuautla

  · lunes 2 de diciembre de 2024

Peregrinos ciclistas de Ayala organizan su trayecto anual hacia la Basílica de Guadalupe. / Emmanuel Ruiz / El Sol de Cuautla

Los habitantes de la colonia Abelardo L. Rodríguez, en el municipio de Ayala, están listos para partir el próximo 10 de diciembre rumbo a la Basílica de Guadalupe en una peregrinación ciclista que tiene más de 30 años de tradición y reúne a decenas de devotos guadalupanos, quienes acuden a la casa de la Virgen de Guadalupe para comprometerse y dar gracias.

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De acuerdo con Irving Sánchez, uno de los organizadores de la peregrinación, este año el grupo estará integrado por unos 40 ciclistas, procedentes principalmente de la colonia Abelardo L. Rodríguez, situada entre las comunidades de Moyotepec, Tenextepango y Olintepec.

“Cada año varía el número de ciclistas. Este año la meta es llegar a 80, aunque, de momento, tenemos confirmados unos 40”, dijo Sánchez.

La ruta que seguirán los peregrinos parte de la comunidad ayalense y atraviesa Cuautla, el crucero de Yecapixtla, Atlatlahucan, Tepetlixpa, Amecameca y Chalco, hasta llegar a la Basílica de Guadalupe, en la Ciudad de México. Se trata de un recorrido de tres días, que cuenta con un convoy de apoyo para asistir a los ciclistas.

De vuelta, el regreso de los peregrinos es celebrado por sus familiares.

“Aquí nos reciben nuestras familias. Como yo le llamo, es un viaje pequeño a los Estados Unidos, porque no sabes si vas a regresar. En el camino hay accidentes: se puede romper el rin de la bici, ocurrir una falla mecánica o encontrarte con un automovilista imprudente. Son tres días, así que, de regreso, aquí nos reciben nuestras familias, y, a veces, los hijos con unas florecitas. Se junta muchísima gente y es muy bonito”.

La peregrinación tiene un significado distinto para cada participante, pero la mayoría aprovecha para hacer o renovar sus juramentos, particularmente los relacionados con dejar el consumo de alcohol. Para Sánchez, estos juramentos conllevan más compromiso, ya que son resultado de un largo viaje y un gran esfuerzo físico.