Durante la presentación del libro Tepoztlán, la tradición que nos queda, Tepoztla in tlamantiliztli tlen mocahua. Un recorrido por las tradiciones del Tepoztlán profundo en la voz de sus protagonistas, el escritor Carlos Cuéllar indicó que existen tradiciones que, por el constante cambio que sufre el municipio, podrían transformarse o hasta desaparecer, porque son tradiciones que la gente no conoce o que sólo los más viejos recuerdan, pero no participan en ellas ni las fomentan.
Cuéllar expuso que el libro presenta un retrato con texto y fotografías de las tradiciones, entre las que integran danzas; rituales de vida, de lluvia; caminos rituales que ya no se deambulan; milpas comunitarias; sonidos y música; así como las manos maestras que presentan distintas elaboraciones de adornos y cartonería, lo que provoca una pérdida multifactorial de las tradiciones.
Precisó que el desinterés de los más jóvenes y la cercanía con la Ciudad de México presenta mucha migración de personas con otras costumbres y el cambio en materia económica; “antes en Tepoztlán vivían del campo, hoy viven del turismo, por lo tanto todas las tradiciones que dependían del ámbito campesino desaparecen o se transforman”, refirió.
Señaló como un ejemplo claro de la situación actual que el “Toque de la Chirimía”, instrumento musical de viento, que el pueblo mágico adoptó como suyo presentándose en sus rituales principales como la “Adoración al Tepozteco”.
No obstante, hoy en día sólo lo tocan tres personas, uno de ellos lo aprendió por oído al ser una herencia familiar, pero como nunca lo plasmó por escrito se perdieron cuatro de las seis piezas que conocía al morir; “vemos como se perdió una parte, porque murió este señor y no había más gente que le diera continuidad”, agregó.
De igual manera, las “Milpas Comunitarias” o “Milpas del Santo”, anteriormente se realizaban en todos los barrios de Tepoztlán con el objetivo de que el dinero que se obtenía de la venta del maíz se utilizara para la iglesia del barrio.
No obstante, tras la llegada del turismo, la configuración económica del pueblo se ha transformado ocasionado que algunos barrios decidieran vender los terrenos donde se hacia la Milpa Comunitaria para transformarlos en otra cuestión productiva y ya no sembrarlos; “había un debate en un barrio de Tepoztlán de que el terreno de la milpa se transformará en un salón de eventos para sacar dinero para el barrio, porque la milpa ya no deja dinero”, comentó.
Actualmente en el municipio solamente quedan tres barrios que efectúan esta tradición, donde padecen la situación de transformar el uso de suelo por otra actividad que deje más ganancias al barrio.
El libro tardó casi dos años en terminarse tras efectuar la investigación hecha por Carlos Cuéllar originario de la Ciudad de México, pero residente de Tepoztlán, y por tepoztecos de nacimiento, Elir Negri Lavín, Daniela Garrido Méndez y Roberto Roles Quiroz.