Mientras las autoridades en Morelos niegan un impacto en la actividad económica por el desabasto de la gasolina, los empresarios confiaron que, a pesar de contar con una logística de distribución, han sufrido el cierre de al menos 30 por ciento de las estaciones y existe desabasto que impacta en los tiempos de entrega de mercancías y en el pago de horas extra. Esta situación los ha llevado a tomar medidas extremas en cuanto a la programación de las actividades en la industria.
El presidente de la Cámara de la Industria de la Transformación, Jorge Mátar Vargas, mencionó que en la zona del Bajío el desabasto se presenta hasta en 40 por ciento de las estaciones de servicio, lo que significa que al menos han tenido que cerrar durante 24 horas, mientras llega el combustible.
Mientras tanto en Morelos, a pesar de contar con una logística de distribución desde hace un año que fue cerrado el ducto principal.
Hemos sufrido el cierre de estaciones en al menos 30 por ciento y desabasto lo que nos ha llevado a tomar medidas extremas en cuanto a la programación de las actividades en la industria de la entidad.
Ante este escenario, el líder empresarial destacó que han tenido que ser mucho más eficientes en los procesos de logística y más cuidadosos con la planeación en las rutas de el transporte público.
Mátar Vargas hizo notar que afortunadamente el precio de los combustibles no ha tenido un incremento fuera de lo estándares normales regidos por el tema del petróleo, y tampoco un costo se ha trasladado al precio de los productos que se comercializan.
Por ello, la entidad atraviesa una especie de espera porque ha existido retraso, pero no desabasto, "lo que no ha provocado compras de pánico en productos tanto de la canasta básica como de primera necesidad", acotó.
En la semana, el secretario de gobierno, Pablo Ojeda, comentó que cada semana 400 pipas abastecen las 149 estaciones de servicio de Morelos.
