Al momento, la inspección que inició Caminos y Puentes Federales (Capufe) al Paso Exprés está dentenida. A casi tres años de registrarse el socavón que cobró la vida de dos personas y abrió la investigación en contra de tres funcionarios, el asunto no camina. Hoy las indagatorias están ante un nuevo escenario luego de la muerte del extitular de la Secretaría de Comunicaciones y Transporte (SCT), Gerardo Ruiz Esparza.
Hasta el año pasado se detectaron algunos puntos de riesgo para los usuarios; la mayoría fueron remediados a medias y así permanecen. Aunque la promesa era entregar el diagnóstico en mayo de 2020, a la fecha, ni los funcionarios federales ni el titular de Obras Públicas, Fidel Giménez, quieren hablar del asunto; "lo tiene Capufe", responden.
El pasado 11 de julio se revisaron los 14.5 kilómetros de la vía y se analizó la posibilidad de subsanar más de 20 puntos, según las ONGs, que registran fallas, sobre todo a raíz de un estudio técnico por el deslizamiento de un muro en el Km. 84, pero ante la preocupación la evolución se acordó sería para los 14.5 kilómetros.
Capufe estimaba que a finales de este año estarían en condiciones de empezar los trabajos de remediación, aunque lo primero sería el estudio que realizarían, y que hoy por la emergencia está detenido.
En su momento, el secretario de Obras Públicas del Gobierno estatal, Fidel Giménez Valdés, junto con autoridades de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), Caminos y Puentes Federales (Capufe) y un visitador adjunto de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), realizó un recorrido por el Libramiento de Cuernavaca.
Esa revisión surgió a menos de una semana de que el Ejecutivo local hiciera entrega a la Dirección General de Capufe un informe sobre ocho puntos de riesgo a lo largo de los 14.5 kilómetros de dicha vialidad, detectados por la Coordinación Estatal de Protección Civil Morelos (CEPCM).
El recorrido fue una “inspección preventiva de parte del visitador de la CNDH, para ver que las autoridades (Capufe) atiendan los puntos de riesgo”, habría dicho Giménez Valdés.
Descartó que la participación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos se deba a la recomendación que ésta emitió en 2018, “esa recomendación no tiene nada que ver con los puntos que requieren mantenimiento”.
Al final de la supervisión, Guillermo Casas Colín, visitador adjunto de la CNDH, comentó que se tomaron apuntes con respecto a las acciones necesarias para mitigar puntos de riesgo y así mejorar la seguridad de los automovilistas que circulan por el Libramiento de Cuernavaca. Agregó que por tratarse de una vía rápida el peligro es permanente, por lo que recomendó a los automovilistas manejar con precaución en todo momento.
Lo cierto es que estas dudas sobre los 14.5 kilómetros y ocho carriles de la vía tal parece que se quedarán ocultas, sobre todo a raíz de la muerte del extitular de la SCT Gerardo Ruiz Esparza el 30 de marzo, quien habría resaltado a la obra realizada en el gobierno de Enrique Peña Nieto como perfecta e importante.
Hoy a casi tres años del llamado socavón está más lejana esa posibilidad de saber hasta dónde llega la verdad de las acusaciones que hicieron ambientalistas, y que exigieron conocer el resultado de la auditoría a la obra realizada por la Secretaría de la Función Pública, a través de la Unidad de Control y Auditoría a Obra Pública y del Órgano Interno de Control en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y en la cual señaló 22 observaciones, que implican graves violaciones a la Ley durante el proceso de licitación y construcción de esta obra carretera plagada de corrupción y que lamentablemente ha cobrado vidas humanas a causa de las deficiencias técnicas que violan las Normas Oficiales de construcción de carreras.