Opera ya el Biobanco Nacional de Demencias

Buscan estudiar enfermedades neurodegenerativas asociadas al envejecimiento 

Andrea Galván | El Sol de Cuernavaca

  · miércoles 18 de noviembre de 2020

Encontraron dos proteínas -aún sin ser descritas a escala mundial- que se modifican con el Alzheimer / Cortesía | UNAM

Para estudiar las enfermedades neurodegenerativas asociadas al envejecimiento con frecuencia, la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán (FESC) de la UNAM creó el Biobanco Nacional de Demencias (BND), primero en su tipo en México.

Esta clase de padecimientos con origen desconocido al momento y su fehaciente determinación, sólo puede realizarse post mortem. A diferencia de los bancos de cerebros, en este espacio universitario se albergarán encéfalos, fragmentos de órganos y fluidos.

En este espacio se realiza investigación para obtener métodos de diagnóstico certeros, no invasivos, que permitan indagar en vida tales enfermedades, además de diagnósticos histopatológicos confirmatorios de la enfermedad que padecía el donante, sin costo para sus familiares.

El director del BND, José Luna Muñoz, informó que un diagnóstico preciso requiere de analizar áreas específicas del cerebro de quienes fallecieron con alguna de esas enfermedades neurodegenerativas.

Se analizarán los encéfalos y fragmentos de órganos de individuos que padecieron algún tipo de demencia, y de personas sin afecciones neurológicas para comparar el procesamiento molecular patológico de las proteínas involucradas en esos padecimientos y determinar factores de riesgo.

Aunque se estudiarán diferentes males neurodegenerativos, en el Biobanco se da especial énfasis a la enfermedad de Alzheimer debido a que es la de mayor prevalencia en adultos mayores. Se ha visto que en un cerebro que la presenta se modifica la proteína denominada tau. Sin embargo, “en el laboratorio hemos identificado esta misma proteína, fosforilada, en otros órganos que se encuentran en condiciones normales”, razón por la cual a los donantes también se les solicitan fragmentos de páncreas, intestino, piel, hígado o riñones, por ejemplo.

Tau y el péptido amiloide se encuentran en fluidos como sangre, en el suero o plaquetas. Adicionalmente, también se solicita saliva y orina. “Con esta nueva modalidad –obtención de cerebro, órganos y fluidos– queremos detectar si esa proteína se puede estar modificando en los pacientes, para después llevar ese conocimiento a la práctica médica. El siguiente paso sería buscar un método de diagnóstico temprano no invasivo del mal”.

El BND forma parte de la Red Latinoamericana de Bancos de Cerebros (conformada por República Dominicana, Argentina, Colombia, Brasil y México) y cuenta con dos registros del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial que avalan su normatividad y funcionamiento.

Esta clase de padecimientos con origen desconocido al momento y su fehaciente determinación, sólo puede realizarse post mortem.

Asimismo, se mantiene la relación con diferentes agrupaciones como la Federación Mexicana de Alzheimer, la Asociación Alzheimer México IAP, Fundación Familiares de Alzheimer Aguascalientes y la asociación civil Voluntades Emprendedoras, entre otras “que nos apoyan para establecer contacto con pacientes y sus familiares, quienes firman una carta de intención para donar epitelios, partes de los órganos y fluidos, cuando la persona fallece”.

Luna Muñoz detalló que en este espacio de investigación además se entrenarán y formarán recursos humanos en el nivel de posgrado de la Universidad y de otras instituciones. “También tendremos la facilidad para ceder tejido a otras instancias nacionales o internacionales, o investigadores que lo requieran”.

Aunque el Biobanco es un sitio nuevo, su apertura tiene el respaldo de décadas de investigaciones. Gracias a ellas, José Luna y sus colaboradores encontraron dos proteínas –que a escala mundial no han sido descritas– las cuales se modifican cuando se desarrolla la enfermedad de Alzheimer.

Anunció que a finales de este año se publicará el primer artículo científico sobre una de esas proteínas, la cual no se había sugerido que se modifica en la enfermedad, pero “hemos encontrado que acompaña el deterioro cognitivo del paciente y se asocia estrechamente con la proteína tau, principal constituyente de la maraña neurofibrilar (lesión histopatológica en el cerebro de los pacientes con la enfermedad de Alzheimer)”.

Esa modificación sería mucho más temprana que la de tau, por lo que se busca su relación con un posible proceso de evolución de la enfermedad y se intenta definir qué procesos son los que están implicados en la muerte de la neurona por la denominada acumulación de filamentos insolubles.

“Hemos encontrado que una de las nuevas proteínas de empalme alternativo, descrita y presente en la mayoría de los tejidos del cuerpo, tiene relación estrecha con tau y presenta una modificación importante en su funcionalidad y expresión en el cerebro de los pacientes con la demencia tipo Alzheimer. Estos resultados abrirán nuevas líneas de investigación para entender las etapas más tempranas de la degeneración neuronal en ese padecimiento”, subrayó.

Se analizarán los encéfalos y fragmentos de órganos de individuos que padecieron algún tipo de demencia.


Con información de la UNAM