A los pies del volcán Popocatépetl, la festividad del Día de Muertos es una de las tradiciones más arraigadas entre la población de Tetela del Volcán, que recibe a sus difuntos con ofrendas monumentales y un ritual que les da la bienvenida con un camino trazado con flores de cempasúchil. Incluso en tiempos de pandemia, los pobladores llevarán a cabo la colocación de ofrendas del 28 de octubre al 2 de noviembre.
“Efectivamente vamos a realizar las ofrendas monumentales, así como la tradición de salir y formar un camino de flores hacia donde está el altar, para darles la bienvenida a la casa. Posteriormente se va al panteón, en la cuestión de la ‘enflorada’, que es cuando según la creencia se van, y esto es el dos de noviembre”, explica Miguel Arenas Arenas, habitante de la comunidad e integrante del grupo cultural “Cultura Tetela”.
Las autoridades de Tetela del Volcán permitirán el acceso al panteón municipal, siempre que los visitantes cumplan con las medidas sanitarias para evitar posibles contagios de Covid-19. A la fecha, las autoridades de Salud han confirmado 34 casos positivos, así como cinco defunciones a causa del virus. Aunque el término “monumental” puede sonar un tanto ambiguo y remitir únicamente a ofrendas de gran tamaño, las que se colocan en Tetela del Volcán tienen sus sellos característicos:
Algo que las distingue de otros lugares y las hace auténticas son los arcos de flores, elaborados con una flor silvestre muy parecida al cempasúchil; los pobladores acostumbran colocar mole rojo, mole verde, tamales, tortillas hechas a mano, pan, dulces, copal, flor de cempasúchil, papel picado, agua, así como veladoras.
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