El Gobierno estatal aceptó aportar alrededor de 140 millones de pesos para acabar con la huelga en la UAEM y en 48 horas esperan la respuesta del Gobierno federal para abonar otra parte del recurso que se necesita, informó el secretario de Gobierno, Pablo Héctor Ojeda Cárdenas.
Sin embargo, destacó que de inmediato debe haber una reestructuración administrativa de la universidad que debe incluir eliminación de prestaciones de ambos sindicatos que no existen en ninguna otra institución.
La reestructuración surgió a partir de la reunión con las autoridades federales, en donde todos los involucrados abonaron a una solución, en lo inmediato Ojeda Cárdenas sostuvo que es necesario revisar el esquema financiero de la universidad, porque el problema seguirá creciendo, ya que cada año el déficit de la UAEM es de al menos 800 millones de pesos, lo que la convierte en un "barril sin fondo" porque gasta más de lo que recibe.
"Tiene un subsidio del Estado de 2.5 por ciento del presupuesto y recibe un subsidio federal importante, pero el crecimiento de la universidad en los últimos años, ha hecho que gaste más de lo que recibe; la solución de la universidad requiere pasar por una solución de corto plazo que es resolver el asunto de la huelga para no afectar a los trabajadores y que los miles de estudiantes regresen a clases; después sentarnos hacer una análisis para saber lo que se requiere, que implica reestructurar financieramente a la universidad", declaró.
Aseguró que con los años por delante, será insostenible aguantar el déficit, porque actualmente es de mil 600 millones de pesos, no obstante, destacó que hay voluntad de parte del Ejecutivo para adelantar los recursos de las ministraciones de octubre, noviembre y diciembre y hacer frente a la presión de gasto inmediata para los adeudos.
Para ello, explicó que el gobierno estatal está recurriendo al endeudamiento público, porque también la anterior administración dejó las arcas vacías, además del subsidio extraordinario que solicitaron al Gobierno federal.
El secretario de Gobierno morelense confió que una vez que tome protesta el Gobierno federal, comenzarán nuevas mesas de diálogo con el fin de encontrar soluciones a la problemática de la máxima casa de estudios, aunque el asunto debe pasar por una reestructuración financiera.
Sin embargo, la reestructuración no incluye por el momento despidos de personal, o reducción de matrícula de alumnos, aunque este rubro creció de forma poco ordenada "a un nivel de endeudamiento mucho mayor a la capacidad financiera real que tenía la universidad, pero no se va a reducir y no habrá despidos de personal; la reestructuración financiera implica repensar las pensiones y jubilaciones, además de algunas prestaciones en los contratos colectivos entre ambos sindicatos, que no existen en ninguna otra institución pública en el país".