No hay nada mejor para un mexicano que después de la fiesta de la noche anterior en Navidad se pueda sentar a la mesa con toda la familia a comer lo que sobró de la cena de Navidad: el recalentado.
El recalentado ha unido a las familias por años, y ayudado a todos quienes amanecieron desvelados o con copas de más.
La Nochebuena ya terminó, miles de familias celebraron con sus seres queridos una noche que para muchos significa, paz, amor y reflexión, con grandes cenas, música, baile, risas y bebidas las familias celebraron casi hasta al amanecer.
Ahora es Navidad, Santa Claus llegó a las casas de los niños que se portaron bien para dejar regalos, en muchos casos las familias se despiertan tarde, algunos con cansancio, desvelo o resaca, todos con el único fin de seguir conviviendo con sus familias y por supuesto de comer, ahí el recalentado hace su magna aparición, cuando con gusto las personas comen lo que sobró de la cena para así continuar con la fiesta.
Por años, el recalentado ha unido a las familias, en Navidad o Año Nuevo, las familias se reúnen en los hogares para desayunar, comer o cenar, siempre y cuando la comida de la cena anterior haya sobrado.
El recalentado es el favorito de muchos, no sólo porque se sigue con las reuniones familiares y de amigos, sino que el sabor de la comida no cambia, por el contrario se acentúa, los sabores reposan, y a decir de los expertos que se dedican a la cocina, en el recalentado la comida es más rica que incluso en la misma cena.
Un ejemplo claro son los pavos o piernas que comúnmente se cocinan en estas fechas, estos son elaborados en muchos casos con vinos, por lo tanto el platillo reposa en el vino, las especies y demás ingredientes, lo que hace que para el desayuno del 25 de diciembre, el sabor sea mucho mejor.
El recalentado es parte de las tradiciones mexicanas, no sólo se ingieren alimentos con un mayor sabor, sino que se continúa con la unión familiar, el sentarse a una mesa a comer, platicar y convivir.