[Ocio] Elena Garro, 23 años sin la escritora

La dramaturga mantuvo su polémico pensamiento hasta sus últimos días en un departamento de Cuernavaca

Minerva Delgado | El Sol de Cuernavaca

  · sábado 21 de agosto de 2021

Es reconocida como la antecesora del género realismo mágico / Cortesía | EFE

Referirnos a Elena Garro es hablar sin duda de una de las escritoras mexicanas más controvertidas. Es amada y odiada, adulada y repudiada, así la describen en uno de los artículos de la Revista La Colmena editada por la Universidad Autónoma del Estado de México.

Casi al final de su camino, Elena Garro vivió en Cuernavaca. En un pequeño y, parece, nada hospitalario departamento en el cual hasta los muebles respiraban resentimiento, dolor, melancolía y abandono. Rodeada de catorce gatos, sustitutos necesarios de humanos que le negaron el amor y la comprensión, que aceptaron su alejamiento, a veces su rechazo, sin cuestionar demasiado las causas.

Elena Garro estuvo acompañaba también de su única hija, Elena Paz, con la cual había mantenido siempre una relación casi patológica, de dependencia mutua.

Patricia Rosas Lopátegui profesora de Literatura Latinoamericana y quien desde 1997, ha estudiado la vida de Elena Garro, detalla que en enero de 1988 pudo ver a Elena Garro quien estaba completamente lúcida, aunque físicamente muy deteriorada.

Agrega que Elena, pese a todas las dificultades que vivió, siempre escribió, pero confiesa que cuando llegó a Cuernavaca no pudo más.

“Había otras circunstancias que interfirieron para que Elena no pudiera escribir y una de ellas era la relación con su hija Elena Paz, quien lamentablemente era alcohólica y tomaba antidepresivos, entonces ocasionaba una relación compleja con su madre”, describió.

Ese fue el factor determinante que impidió a Elena Garro escribir durante su estancia en Cuernavaca.

Elena Garro quien estuvo casada con Octavio Paz de quien se divorció en el año 1959, falleció a los 81 años de edad un 22 de agosto de 1998, en unos días se cumplirán 23 años.

Después del movimiento de 1968, la vida de Elena Garro cambió para siempre, tras culpar a los intelectuales de la época de haber instigado a los jóvenes a la protesta. Sus palabras de aquel momento fueron:

“Yo culpo a los intelectuales de ser cuanto ha ocurrido. Estos intelectuales de extrema izquierda que lanzaron a los jóvenes estudiantes a una loca aventura… que ha costado vidas y provocado dolor en muchos hogares mexicanos. Ahora como cobardes, esos intelectuales se esconden… Son los catedráticos e intelectuales izquierdistas los que los embarcaron en la peligrosa empresa y luego los traicionaron. Que den la cara ahora. No se atreven.

Esta declaración le valió el repudio, el rechazo y la humillación y por ella es considerada traidora al movimiento estudiantil. Se autoexilia, en 1972, por más de veinte años. Las razones sobraban. Primero en Estados Unidos, luego en España (hasta 1983) y, finalmente, en Francia, donde permanece hasta 1993, acompañada de su hija, viviendo de las regalías por la venta de sus libros, y al parecer, del apoyo económico que Octavio Paz jamás le negó.

Elena Garro escribió más de 35 obras entre ellas teatro, guiones, cuentos, poesía y narrativa, su obra cumbre Los recuerdos del Porvenir publicada en el año 1963 ganadora del Premio Xavier Villaurrutia.

Es reconocida como la antecesora del género realismo mágico con su cuento La culpa es de los Tlaxcaltecas publicado en 1963 y Reencuentro de personajes del año 1982 actualmente son considerados como piezas maestras.


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