Particulares intentaron asentarse en las Áreas Naturales Protegidas (ANP) de Morelos como la Sierra Montenegro, Río Cuautla y Las Estacas, sin embargo, las obras de construcción fueron clausuradas por la Procuraduría de Protección al Medio Ambiente del Estado (Propaem) y se impuso a los responsables su respectiva multa.
Lo anterior fue informado por el titular Carlos Saldívar Zalazar del organismo auxiliar de la Secretaría de Desarrollo Sustentable (SDS), quien compartió que detectaron la extracción de material pétreo, el cual proviene de las rocas.
“Personal adscrito a la procuraduría ubicó los sitios y comprobó los hechos, por lo que se les solicitó a los responsables su autorización de impacto ambiental correspondiente, la cual no fue presentada”, explicó.
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Las multas por estos actos ascienden a los 400 mil pesos según lo establece la Ley del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente del Estado de Morelos Asimismo, el funcionario estatal manifestó que se ordenó la remediación ambiental en los sitios afectados.
“En las siete áreas naturales protegidas de carácter estatal realizamos recorridos de vigilancia e inspección en coordinación con autoridades federales y municipales, coadyuvando con las instituciones para erradicar estas conductas que dañan los recursos naturales del estado”, refirió.
Además del pago de la multa, el titular de la Propaem indicó que cualquier actividad que ponga en riesgo la conservación de las Áreas Naturales Protegidas, constituye un delito previsto en el artículo 242-Bis fracción IV del Código Penal para el Estado de Morelos, que puede castigarse con hasta ocho años de prisión.
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Anteriormente, Saldívar Salazar mencionó que durante su gestión en la dependencia interpusieron 50 denuncias penales ante la Fiscalía General del Estado (FGE) por invasión en las ANP’s, sin embargo, estas aún no han avanzado para proceder penalmente.
Asimismo, dijo que en algunos de los casos el Poder Judicial otorgó amparos para que esta situación pueda proliferar. De igual forma, reveló que hay personas que se aprovechan y venden estos espacios al público en general a pesar de que saben que no se pueden asentar.