Desde que el cronista Samuel Hernández Beltrán denunciara las obras que se iniciaron en las instalaciones de la biblioteca municipal Sitio de Cuautla de 1812, ubicada en la Zona de Monumentos Históricos de Cuautla, promotores culturales, activistas e integrantes de grupos sociales se han pronunciado contra el daño causado en un sitio que debería fortalecer la cultura de la lectura en la ciudad y que, además, está protegido por un decreto presidencial. No obstante ¿cuál es la historia de esta biblioteca?
La historia de la biblioteca, ubicada frente a la antigua capilla de La Guadalupita, surge en 1945, pero en otro sitio: inicialmente, la biblioteca llevaba el nombre de Martín Correa, reconocido pedagogo cuautlense nacido el 13 de diciembre de 1886 y que educó a generaciones de pobladores de Cuautla y localidades cercanas. Fallecido en Coyoacán en 1937, fue en 1945 cuando las autoridades decidieron honrar su memoria con la primera biblioteca del municipio, dándole su nombre. En aquel entonces, el lugar se encontraba en la planta baja del palacio municipal.
Fue la primera biblioteca que tuvimos en el municipio, sostiene Hernández Beltrán.
En 1969, es trasladada por unos años a la celda izquierda del Exconvento de Santo Domingo, área en la que permaneció hasta el 30 de julio de 1974, ya que se reubicó donde actualmente se encuentra, en una edificación que fue auspiciada por el Club Rotario Cuautla Manantiales. Fue entonces cuando el nombre cambió al de Miguel Hidalgo y Costilla.
De acuerdo con el cronista municipal, el nombre de Martín Correa no debe quedar en el olvido: “No hay que dejarlo morir, fue un gran pedagogo, un maestro que se preocupó por la niñez y la educación”, los restos de este cuautlense permanecen en el panteón municipal.
Tiempo después, el nombre de la biblioteca sería nuevamente cambiado, pero esta vez al de “Sitio de Cuautla de 1812”, que conserva hasta la fecha.