Después de la jornada de capacitaciones para promotores ambientales en Cuautla, coordinada por la Coalición Ambiental y Cultural, una nueva iniciativa se prepara para revivir el río Cuautla, un ecosistema amenazado por la expansión urbana y la migración poblacional, además de estar catalogado como un Área Natural Protegida (ANP). El proyecto se basa en realizar un inventario vegetal de la ribera del río, cuyo alcance se espera que trascienda las esferas académicas y llegue hasta la ciudadanía.
Jade Latargere, investigadora en el Centro de Estudios Mexicanos y Centroamericanos (Cemca) y parte de un proyecto en el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), explicó la importancia de la iniciativa.
"Este inventario vegetal lo están realizando algunos miembros de la Coalición, estudiantes participando en el proyecto, y es crucial que no se quede solo como un producto de investigación universitaria, sino que tenga un alcance ciudadano", dijo.
La iniciativa prevé la realización de un evento abierto al público el domingo 16 de julio, en el que se invitará a la ciudadanía y vecinos de Cuautla a aprender sobre el proceso de inventariado vegetal, desde el secado y prensado de las especies hasta su clasificación.
"Incluso si la ciudadanía no participa en todas las actividades mensuales, son estrategias que podrán replicar en sus hogares y comunidades para reconocer plantas y la biodiversidad", señaló Latargere.
El taller, que se llevará a cabo en el parque ecológico Santa Rosa, en Cuautlixco, será impartido por la doctora Mónica Miguel Vázquez, de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, una especialista botánica.
La investigadora destacó el carácter multidisciplinario de la iniciativa, que ha implicado un extenso estudio sobre cómo el río Cuautla ha sido transformado a lo largo del siglo XX.
"Sabemos que tenía un cauce de 150 metros, ahora no rebasa los 15 metros. Ha habido cambios a lo largo del tiempo debido a la expansión de la urbanización y la migración de la población", explicó.
El inventario de especies y biodiversidad, inexistente hasta ahora a pesar de ser un ANP, permitirá determinar qué especies persisten y cómo han afectado al ecosistema los usos que ha tenido el río.
"Se han encontrado especies que no esperábamos, lo que nos hace pensar que aún existe biodiversidad a pesar de la transformación", compartió Latargere.
"Esto nos permitirá delinear rutas para su conservación. Nos interesa mucho involucrar a la ciudadanía. Hoy los niños conocen más nombres de marcas que especies de plantas. Queremos cambiar eso en las nuevas generaciones".
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