“La intención no es tener más reconocimiento que los hombres sino tener las mismas oportunidades”, es el mensaje de mujeres investigadoras, científicas, enfermeras y médicas que han marcado las directrices en la batalla contra la Covid-19 pese a que el desarrollo profesional, aceptan, requiere de un doble de esfuerzo, el doble de jornadas laborales y mayor responsabilidad.
Las mujeres han resultado clave en las estrategias de control y mitigación, tal es el caso de Celia Alpuche Aranda, médico infectóloga y directora del Centro de Investigación sobre Enfermedades Infecciosas (CISEI) del INSP, integrada en junio pasado como miembro del Grupo Estratégico Asesor de Expertos (SAGE), de la OMS para las vacunas contra el Covid-19, pertenece además al grupo cercano del subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López Gatell.
La médico, de reconocimiento internacional, participó hace algunas semanas en el Comité de Seguridad en Salud en donde aportó sus investigaciones sobre el impacto del virus y sus complicaciones una vez que se sume la influenza en la época invernal.
Encabezando la Academia de Ciencias de Morelos, otra de las mujeres clave en el manejo temprano de la contingencia en la capital morelense es la doctora Brenda Valderrama Blanco, encargada de integrar y luego hacer caminar el Comité Municipal de Cuernavaca. Entre los aportes está la creación de un semáforo de apertura propio, la aplicación de protocolos de reapertura evitando con ello un escenario “catastrófico”, al ser la capital una zona de “alto riesgo de contagio por su densidad poblacional”, que supera la media nacional.
En el camino las mujeres abren brecha a otras. En el comité hoy es pieza clave la médica inmunóloga, Ana Isabel Burguette García, del INSP, quien compartió a Nosotras que “de 15 años para acá las mujeres hemos logrado establecer liderazgos en diferentes ámbitos, ser escuchadas, reconocidas; hemos encontrado ecos para establecer directrices, definitivamente no ha sido fácil, sobre todo en la ciencia”.
En los hospitales la participación de las mujeres ha sido intensa, lo confirma Ruth Elizabeth Cotero Arce, Enfermera Operativa Área Covid, que al formar parte de las estadísticas del personal de salud infectado logró superar sin contagiar a sus menores hijos ni a su esposo, en quienes reconoce un respaldo en los quehaceres del hogar mientras ella realiza su jornada que inicia a las 7 de la mañana.
La responsabilidad de dirigir a cerca de 350 trabajadores que aplican en todo el país la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición con su variante SARS-CoV-2, es para la doctora Teresa Shamah Levy un reto sin precedentes, no sólo por el virus que amenaza a los integrantes de su equipo que incluso han tenido que ser aislados por presentar síntomas, sino también porque se siguen abriendo brechas para las siguientes generaciones.