Entre las niñas siguen predominando las historias “novelescas” sobre el amor romántico y la búsqueda incansable del mismo, aún cuando esta búsqueda llegue a no ser lo que pareció al principio, a no cumplir las expectativas o peor aún, llevarlas a vivir una vida familiar de violencia en donde se encuentran 45 de cada 100 que han tenido pareja, de acuerdo a datos recientes de la Comisión Estatal de Seguridad (CES).
“A las niñas nos educaron con la idea del amor romántico, con las historias de la princesa que encuentra a su príncipe y son felices por siempre”, relata la psicóloga del Instituto de la Mujer para el estado de Morelos (IMM), Miriam Ocampo Téllez.
Aquellas que como en las novelas resultan ser las “ricas que se casan con el pobre, o las pobres que se encuentran un hombre rico”, y también son felices por siempre.
Otro de los mitos con los que las niñas suelen crecer y que deben ser desechados, es la idea de la “media naranja” para ser felices.
Nos hacen creer que todas las mujeres somos medias naranjas y necesitamos la otra mitad para ser felices, esa idea debe terminar pues debemos aprender que cada una es una naranja completa en donde somos independientes, autosuficientes, capaces de desarrollarnos por sí mismas, en el momento en que una mujer llega a concebirlo así ha logrado su meta para ser feliz.
La pareja, añadió, debe ser considerada como una persona que se suma a esa vida plena de la mujer y no que es indispensable para ser feliz.
Estas ideas, señala Miriam, llevan a que cuatro o cinco mujeres en su etapa adolescente o adulta, por día, requieran ayuda psicológica en el Instituto, pero de ellas una o dos suspenden el tratamiento, sin terminar las 12 sesiones que corresponden.
Algunas regresan, pero no en las condiciones que quisiéramos, pero lo importante es que ya lograron identificar que sufren violencia, ya tienen información previa.
Las niñas deben crecer pensando en que existe todo un abanico de oportunidades de desarrollo profesional e individual para ellas, que pueden estudiar, prepararse en el ámbito que quieran y lograr ser ingeniera, abogada, socióloga, psicóloga, doctora, bióloga, arquitecta, contadora.
Reeducar a los integrantes de la familia es parte de la formación de las niñas sobre una perspectiva de género en la que todos cocina que la igualdad, la equidad, el respeto hacia las mujeres y el acceso pleno a una vida libre de violencia con goce de sus derechos no solo “es como cosa de mujeres”.
Cinco aspectos claves para la educación de las niñas
- 1) Los derechos de la infancia, dejarles en claro que tienen derechos como a la salud, educación y alimentación, a ser tratadas con igualdad.
- 2) Trabajar en su Autoestima y su derecho a ser como quiera y lo que quiera.
- 3) Derechos de las mujeres (en general y en especial a una vida libre de violencias)
- 4) Hablarles de los roles y estereotipos (incluyendo los cuentos de las princesas que siempre esperan que las salven.
- 5) Hablarles del machismo y que éste no se debe normalizar en su entorno.