“Hola, soy Franik y soy alcohólica, drogadicta y codependiente”. Así abre la conversación con la intención de que, con su historia, otras mujeres digan basta a tiempo y salven lo que tengan que salvar: primero a ellas mismas y luego a sus hijas, esposos y hasta nietos.
Cuando Franik tenía 24 años enfrentó el suicidio de su papá, quien era también alcohólico, y más tarde el suicidio de su hermana.
Me sentía muy triste que comencé a tomar, incluso mandaba a mis propias hijas a comprar alcohol. Ellas eran testigos primero, y luego mis compañeras de tragos. Después me separé de mi pareja y vino alguien más que me enseñó a consumir drogas. Entré a trabajar a un bar. Me convertí en fichera, y así seguí hasta que terminé involucrada con personas muy violentas que casi me matan
En los últimos diez años, el consumo de alcohol, tabaco y drogas se ha incrementado en un 200 por ciento en mujeres, acepta la psicóloga América Mariana Osorio Salgado, responsable del Programa de Prevención, control y tratamiento de las Adicciones de los Servicios de Salud (SSM).
La edad en que se inicia a consumir alcohol es desde los diez años, incluso la mitad de la población adolescente de 12 a 17 años ha consumido alcohol, lo que es realmente preocupante, sobre todo porque las mujeres son más propensas a intoxicarse, a diferencia de los hombres que tienen una enzima que les ayuda a eliminar el alcohol. Las mujeres tiene una menor percepción del riesgo
Las mujeres con mayor consumo excesivo de alcohol son las adultas jóvenes -de 21 a 28 años de edad-, complicándose brindarles un tratamiento a tiempo debido a los roles impuestos por la sociedad como es el cuidado de los hijos, padres y parejas.
Honestidad en las respuestas
Las señales de alarma se identifican a través de la frecuencia con que se consume alcohol, y con base en respuestas a:
- ¿Con qué frecuencia consume alcohol?
- ¿Cuántas bebidas suele tomarse en un día normal?
- ¿Qué tan frecuente tomas seis copas o más en la misma ocasión?
- También al identificar los estados de ánimo que enfrentan, y si éstos las llevan a consumir.
Si una mujer que toma identifica sus estados de ánimo puede hacer un plan en el que tengan otra alternativa como es compensar la situación tomando un café o una plática con un amiga, lo que evitará caer en un consumo excesivo
Sí hay salida para el alcoholismo
¿Sí pudieras recuperar algo de tu vida que elegirías? “A mis hijas, mi identidad y mi dignidad. Todas mis hijas fueron madres adolescentes, una es la que más preocupa porque también tiene problemas de alcohol y drogas. Hace poco tuve que ir a buscarla a Tijuana y la encontré devastada, rapada, tirada como indigente. No sé cómo llegué, la encontré el mismo día sin conocer la ciudad y me la traje. Apenas una de sus amigas murió por el mismo problema, la mataron”, responde Franik mientras de sus ojos escurren lágrimas.
“Si ya no puedo cambiar la vida de mis hijas por lo menos que mis nietos no pasen por eso. Llevo ya tres años de rehabilitación y me siento muy bien conmigo misma. Me estoy recuperando. Quiero decirle a las mujeres que una cosa lleva a otra, vas de más a más, pero hay salida, no están solas y de verdad vale la pena vivir”, concluye.
De cada 10 que llegan a algún centro de atención, tres son mujeres, pero son muy pocas porque generalmente son ellas las que traen al hijo o al esposo en lugar de atenderse ellas
Mariana Osorio Salgado, Responsable del Programa de Prevención, Control y Tratamiento de las Adicciones de los Servicios de Salud.
¿Dónde me atiendo?
En Morelos, hay Centros de Atención Primaria en Adicciones en los siguientes municipios:
- Cuernavaca
- Temixco
- Jiutepec
- Cuautla
- Xochitepec
- ·Zacatepec