Un rescatista de la Cruz Roja no puede darse el lujo de hacer planes para Nochebuena ni para Año Nuevo. A veces, esos momentos los sorprenden en la sala de espera de un hospital, haciendo guardia en una ambulancia o, bien, en pleno rescate.
La narración de Luis Ángel Hernández, responsable de turno en la delegación de la Cruz Roja de Cuautla, ofrece vistas de lo que viven en estas épocas.
Si nos toca estar en servicio, recibimos la navidad en el hospital, esperando la recepción del paciente, o esperando que suene el timbre o que alguien haga un llamado de emergencia, eso es lo que generalmente estamos haciendo esas noches
A veces, si bien les va y no hay emergencias que atender, los paramédicos y voluntarios aprovechan un descanso para cenar en compañía de otros miembros de la guardia. Sin embargo, la sensación de alerta nunca desaparece.
En Cuautla, la Cruz Roja opera con cerca de 50 voluntarios, quienes pueden o no estar en servicio en nochebuena y año nuevo. Sin embargo, el personal de planta tiene que permanecer en servicio las 24 horas. Para estas fechas, se realizan operativos que incluyen no sólo al personal, sino también las cuatro unidades operativas.