Con una marcha que partió de Buena Vista rumbo al Zócalo de Cuernavaca, las mujeres exigieron a las autoridades estatales emprender acciones concretas que coadyuven a combatir y erradicar la violencia de género.
En la movilización participaron mujeres, hombres y hasta mascotas, con un solo propósito: ni una menos. Las mujeres portaron cartulinas y lonas para exigir un alto a la violencia por lo que consigna fue: "Vivas nos queremos", y frente a las instalaciones de la Fiscalía General del Estado (FGE) el contingente protestó ante la falta de interés que ha mostrado el fiscal Uriel Carmona en los casos de mujeres desaparecidas.
Su expresión fue en rechazo hacia la violencia que se ha desatado en los últimos días, en donde se han denunciado intentos de secuestros hacia mujeres jóvenes. De acuerdo con lo expuesto por las líderes del contingente, las cifras de desaparición y feminicidios en el estado aumentaron y colocan a Morelos en los primeros lugares a nivel nacional en esa materia.
Desde la sociedad civil organizada, dicen, se documentaron al menos 940 casos de feminicidios en la entidad de 2010 a la fecha, pese a que en 2015 los municipios Cuautla, Cuernavaca, Emiliano Zapata, Jiutepec, Puente de Ixtla, Temixco, Xochitepec y Yautepec, fueron declarados con Alerta de Violencia de Género (AVG), por lo que señalaron la violencia a escala de manera casi sistemática, ya que en los últimos cuatro meses van 66 asesinatos violentos de mujeres, sin que exista una estrategia para combatir.
La realidad es violenta de lo que reflejan las cifras oficiales, los ataques aumentaron 50 por ciento durante el último año y cada día asesinan a nueve mujeres; la estadística en Morelos es la más alta del país, el acoso, abuso sexual, los secuestros y desapariciones se han normalizado en el territorio morelense y pareciera que ser mujer es un peligro a cualquier hora del día, comentó.
Por lo anterior, y unas vez que llegaron a las puertas del Palacio de Gobierno, exigieron acciones con perspectiva de género para la garantía de la seguridad, que las autoridades conozcan y reconozcan los protocolos de atención a casos de violencia en razón de género, y que las instituciones respondan a los criterios internacionales de protección a los derechos de las mujeres. Exigieron cero tolerancia e impunidad para los asesinos, porque al dejarlos libres por falta de perspectiva de género y por carpetas mal integradas, alimenta la violencia estructural y revitaliza el ejercicio de la violencia en las calles y en todos los espacios de convergencia.