En el presente proceso electoral y el recuento se puede describir: dos sentencias en contra del presidente municipal de Tetela del Volcán por violencia política en contra de una regidora de su cabildo. Dos sentencias que inclusive le obligaron a pedir una disculpa pública, cosa que hizo con evidente molestia, y obligado por la autoridad.
Aun así, fue admitido por el Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana (Impepac) para reelegirse; entre el “rosario” de explicaciones; resalta la que adjudica que dichas sentencias fueron previas a las modificaciones constitucionales y por tanto “sus derechos políticos quedaron protegidos”, aunque los de la regidora no, y en ello la desigualdad manifiesta.
Lo cierto es que ese hecho no significó, en ningún momento, que dejara de ser un agresor. De hecho, su patrón de conducta machista permanece y quedó de manifiesto contra mi persona al asistir el pasado 14 de mayo a atestiguar la disculpa pública hacia la regidora en representación del Observatorio de Paridad y Violencia Política contra las Mujeres, nada más ni nada menos.
El aún presidente, no permitió ni siquiera que me presentara, atropelló con sus palabras a la visitadora de la Comisión de Derechos Humanos y su “asesora externa” contribuyó a un clima de franca hostilidad.
Pero, a golpe de sentencia, ahora ante la denuncia de la síndica municipal, el Tribunal Estatal Electoral ordenó este 18 de mayo la inscripción al Registro Nacional de personas sancionadas en materia de violencia política contra las mujeres en razón de género al C. Israel González Pérez; sin embargo, lo cierto es que una sentencia no le quita lo agresor a un agresor y menos, a uno en el poder.
Por eso decimos que "Ni Un Agresor al Poder" y que seguiremos observando su actuar; por cierto, los candidatos con conocido historial como agresores, ¿ya escucharon?
Violencia política de género
¿Qué es? una acción, conducta u omisión realizada de forma directa o a través de terceros que, basada en su género, cause daño o sufrimiento a una o a varias mujeres.
Puede dirigirse a una o varias mujeres, familiares o personas cercanas a la víctima, un grupo de personas o la comunidad.
Se puede presentar en cualquier esfera, ya sea política, económica, social, cultural o civil; dentro de la familia o unidad doméstica o en cualquier relación interpersonal; en la comunidad, en un partido o institución política; incluye ámbito público y privado.
Las formas de violencia son física, simbólica, patrimonial, feminicida, psicológica, sexual o económica.
También las mujeres pueden ejercer violencia política en razón de género contra otras mujeres.
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