La violencia contra la mujer es una manifestación terrible en una sociedad desigual, así como un tema pendiente en la agenda pública.
El 8 de marzo muchísimas mujeres tomaron las calles para exigir justicia ante el creciente número de feminicidios (en Morelos oficialmente 13 en el periodo enero –abril 2020), así como las constantes agresiones; un día después, también se demostró, con un paro generalizado, la importancia que tiene la labor de las mujeres en cada sector de la sociedad.
La pandemia por Covid-19 obligó el confinamiento en casa, sin embargo, se repitió lo ocurrido en 2009 durante la contingencia sanitaria por influenza A(H1N1), el número de agresiones contra las mujeres aumentó significativamente.
Adicionalmente, se hizo más visible la doble y triple jornada que las mujeres están obligadas socialmente a realizar: actividad laboral, cuidado de la familia, labores domésticas, apoyo educativo a menores, prevención de problemas de salud, y un largo etcétera.
Quizá por ello, ahora más que nunca es tiempo de insistir en la urgencia de increpar el modelo que promueve la participación de los hombres en el espacio público y confina (literalmente) a las mujeres al espacio privado: el hogar.
En este contexto ONU Mujeres difunde que en pleno 2020:
- En 19 países las mujeres casadas están obligadas “por ley” a obedecer a sus maridos.
- En 17 países los desplazamientos de las mujeres casadas fuera de su hogar están restringidos, y por si fuera poco
- En 31, las mujeres pierden, al casarse, su derecho a elegir dónde vivir.
Esta serie de datos obligan a la reflexión y contribuyen a generar comunidad, con el objetivo de romper las imposiciones sociales que día con día replicamos en mayor o menor medida a través de reformas estructurales, y la correcta aplicación de políticas públicas en la materia.
Por ello, en Morelos, mujeres ya preparan las estrategias para seguir incidiendo en las políticas públicas que garanticen la igualdad. Las palabras son ideas en acción, por lo que ni siquiera el confinamiento consiguió callar las voces.
Para pensar
Los patrones sociales y culturales determinan que los hombres y mujeres reaccionen de manera diferente ante contingencias sanitarias.
- Los hombres tienden a reprimir las emociones dolorosas y expresarlas se interpreta como una debilidad. Su respuesta emocional puede ser la ingesta exagerada de alcohol o las conductas violentas.
- Las mujeres tienden a comunicarse más fácilmente entre sí, a expresar sus temores, pero resulta complicado encontrar apoyo y comprensión para sí misma y sus hijos.
Fuente: Organización Panamericana de la Salud
Feminicidios
De manera oficial, en el periodo enero-abril 2020 se han registrado en Morelos 13 feminicidios. Los municipios con más casos son:
- Tepoztlán
- Yecapixtla
- Temixco