Científicas que han marcado la diferencia

En un ambiente dominado por los hombres el camino no les ha sido fácil, pero han alcanzado la cúspide

Katy Cárdenas | El Sol de Cuernavaca

  · miércoles 8 de marzo de 2023


Las mujeres científicas confían en que las nuevas generaciones no tengan que preocuparse por hacerse camino, sino concentrarse en lo que debiera ser: producir ciencia.

En Morelos no hay cifras exactas sobre cuántas mujeres se dedican a ello, sin embargo, la Academia de Ciencias (AcMor) reporta un total de 44 socias, o sea, un 35 por ciento del total comparado con el sexo opuesto. En el caso de las mujeres matriculadas en carreras asociadas a la investigación, la etnicidad es del 11 % contra el resto de los hombres, según el IMCO.

Con datos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), la doctora Julia Tagüeña relata que en el Sistema Nacional de Investigadores (SNI) en 2022 son 14 mil 147 mujeres científicas contra 22 mil 450 hombres, “aproximadamente un 38% de mujeres contra 62% de hombres”. Situación que resulta desproporcional al no alcanzar ni siquiera un 50-50.

En Morelos las investigadoras reconocen que en los obstáculos no siempre se tiene un rostro y un mensaje verbal, sino que se manifiestan en la falta de condiciones laborales hacia las mujeres, cuando debería ser distinto en un mundo de gente “pensante”.

Un mundo para ellas

“Por muchos años las mujeres tuvimos que luchar por hacer lo que queríamos hacer y lo que nos gustaba. Yo venía de una familia muy tradicional en donde en la noche tenía que llegar a hacer el aseo en mi casa. Ya hice mi doctorado, salí de México, soy investigadora, tengo hijos y los he educado con equidad de género, todos hacemos todo. Tengo la esperanza de que la siguiente generación sea así”, compartió Rossana Sánchez López, investigadora del Instituto de Biotecnología de la UNAM, sede Cuernavaca.

Rossana Sánchez López, investigadora del Instituto de Biotecnología de la UNAM, sede Cuernavaca. / Froylán Trujillo | El Sol de Cuernavaca



Las mujeres que ya han hecho camino están abriendo otros para quien viene atrás, y aunque en lo cotidiano las formas de trabajo resultan disparejas, todas tienen la fuerza y capacidad para seguir. Llegar a la cúspide no es fácil pues están dominados por hombres, consideró.

A 40 años del IBT apenas se designó a una mujer como directora, Susana Palomares, de quien reconoce no está ahí solo por ser mujer, sino por su capacidad intelectual, productora de ciencia, activista.

El padre de Rossana, un médico de profesión pero no afín al feminismo, no le proporcionó tanto apoyo, así que tuvo que salir adelante sola.

Y opina que las mujeres no deben estar limitadas a dedicarse al hogar, “tengo hijos y puedo educarlos, tengo un hogar, puedo comer con mis hijos, pero también otra parte del cerebro lo usan para pensar en su trabajo, en desarrollarse en lo individual. Desarrollar un mundo para ellas”.

Sánchez recientemente organizó jornadas en escuelas públicas donde las niñas aprendieron que cualquiera puede ser científica, y que depende de ellas llegar a serlo, pero también “que los niños tengan claro que las niñas pueden hacerlo”.

Derrumbar el techo de cristal

Verónica Jiménez Jacinto es responsable del Sistema de Gestión de Calidad del Laboratorio Nacional de Apoyo Tecnológico de Ciencias Genómicas de la UNAM, e impulsora en México de la organización R-Ladies Global, que ayuda a que mujeres puedan desarrollar el lenguaje R en un ambiente libre de violencia y con equidad.

La organización cuenta con cinco coordinadoras en el estado de Morelos y en total son mil mujeres las que se han inscrito en la comunidad de internet, tan solo en el municipio de Cuernavaca.

Verónica Jiménez Jacinto, responsable del Sistema de Gestión de Calidad del Laboratorio Nacional de Apoyo Tecnológico de Ciencias Genómicas de la UNAM. / Froylán Trujillo | El Sol de Cuernavaca

“A nivel mundial las mujeres hemos tenido menos oportunidades en el ámbito de la programación por este techo de cristal, es decir, no hay letras escritas que digan tú no tienes derecho a estudiar, pero te dicen si tú te embarazas la sociedad espera que te vayas a cuidar a tus pequeños, tus padres creen y piensan que debes quedarte en tu casa a cuidar a los ancianos y que te hagas cargo del hogar, de la alimentación”, externa.

Ese techo de cristal es el que impide que las mujeres tengan las mismas oportunidades, pero que sí perpetúa las condiciones para trabajar y tener un hogar.

Por lo anterior, lamentó que tuvieran que pasar 35 años para que instituciones como el IBT contara con una sala de lactancia, por citar un ejemplo.

“En Morelos la UNAM tiene cinco centros y no tenemos uno de cuidado para el niño, hay uno por parte del ISSSTE pero tienes que ser trabajadora con prestaciones del ISSSTE, y hay otro de la UAEM pero hay que hacer fila porque somos más mujeres que la capacidad del centro”.

El trabajo de una mujer en la ciencia no debe ser un esfuerzo al doble contra el de un hombre, exigió, pues aunque se trata de un ambiente “pensante”, los obstáculos llegan a ser los mismos.

Llevará décadas la igualdad: IMCO

Sólo tres de cada 10 profesionales en la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés) son mujeres, reportó recientemente el Instituto Mexicano de Competitividad (IMCO); en las matrículas de las universidades del país la brecha de igualdad es bastante amplia, por lo que los estados deberán crecer a un 71 por ciento para los siguientes ciclos escolares.

“En 2022 se registraron 494 mil 753 mujeres y 996 mil 519 hombres que estudian algún programa STEM a nivel nacional. Aunque en los últimos 10 años la cifra aumentó en cuatro puntos porcentuales, el ritmo de crecimiento en la matrícula ha sido insuficiente (4.4 por ciento anual). De continuar esta tendencia, México tardaría 37 años para que el número de mujeres que estudian estas carreras sea similar al que mantienen los hombres hoy”, indica el informe.

En éste mismo, Morelos se encuentra en las entidades donde la matrícula de mujeres debe aumentar al menos un 89% para alcanzar a los hombres; de 21 mil 443 personas matriculadas en el STEM, apenas 7 mil 425 son mujeres, lo que significa el 11%. Se deben incorporar 6 mil 591 mujeres. La entidad reportó un incremento del cuatro por ciento en el periodo 2021-2021.