El ser una mujer bolera es algo que llena de orgullo a doña Lucía y Teresa, quienes forman parte de la asociación de Lustradores de Calzado de Cuautla, señalan que el gremio femenino es un dingo representante en esta labor.
La asociación de Lustradores de Calzado de Cuautla tiende dentro de sus fila a dos integrantes muy especiales, ellas son dos mujeres quienes desde hace tiempo se dedican a esta labor destacando por su empeño y dedicación al trabajo.
Lucia Lucero González, tiene 20 años trabajando como bolera, señala que ella comenzó a trabajar cuando su esposo murió y en la necesidad de poder sacar a su familia adelante ella acudió a solicitar trabajo ahí y es fecha que continua trabajando ahí.
Ella comienza a trabajar entre las 7:00 y 7:30 de la mañana y termina su día entre las 5:00 y 6:00 de la tarde, señala que esta labor es muy libre y necesita de mucha práctica, pues con la práctica es como se aprende a realizar el trabajo de manera más rápida y mejor.
“Yo aprendí bien en tres meses pero lo más difícil es tener que lidiar con los cambios climatológicos, a veces hace mucho sol y calor, a veces nos agarra la lluvia o el frió, pero bueno a todo se acostumbra uno”.
Por su parte Teresa Barajas , es otra mujer que trabaja como bolera en el zócalo de Cuautla, ella lleva ahí un año y dice que aprender a tratar el zapato y a todos los clientes de manera especial , es una de las cosas más difíciles a las que se enfrentan.
Ella explica que cada bolero se aclienta por lo que el tratar bien y garantizar un buen trabajo en el calzado es básico para los sigan buscando, sin embargo hay clientes más serios, otros más amigables, otros que son sumamente cuidados con sus zapatos, entre otras características, por lo que el tratarlos de la manera correcta es lo ideal.
Ambas señalan que aunque trabajan en su mayoría con hombres, sus compañeros siempre han sido bastante atentos con ellas, les auxilian en lo que necesitan , les enseñan y están al pendiente de las necesidades laborales que puedan tener, afirman que ambas se sienten orgullosas y contentas de poder destacar en su labor.
Pese a ser una labor donde la mayoría de los trabajadores son hombres, ellas dos ponen en alto al gremio femenino, realizando un trabajo de calidad y brindando una atención especial a cada uno de sus clientes.
Cabe decir que la boleada normal tiene un costo de 18 pesos y la boleada con tinta un costo de 20 pesos por cada par de zapatos.