El analista ambiental, Paul Vizcarra Ruiz, denunció que los tiraderos a cielo abierto no han podido ser clausurados en la entidad, aunque algunos se encuentren en áreas naturales protegidas y registran grandes pasivos ambientales.
Recordó que la pasada administración se comprometió a cerrarlos; sin embargo, fue una estrategia fallida, ya que tras no cumplir, dejaron aproximadamente 24 en funcionamiento o clausurados, como el Corredor Biológico Ajusco-Chichinautzin, el tiradero de Huitzilac y el de Tepoztlán; aunque este último sólo se encuentra clausurado, no ha tenido una remediación.
Destacó que para los municipios resulta complicado tirar sus residuos sólidos a los rellenos sanitarios de la entidad, debido a la lejanía y el gasto que representan, lo que da paso a que decidan seguir utilizando los tiraderos ubicados hasta en el patio trasero de sus viviendas.
Se ven obligados a mandar esos residuos municipales, enviarlos hasta donde exista un relleno sanitario en cumplimiento de la norma 083 y muchas veces les queda muy lejos. Tenemos el relleno sanitario La Perseverancia, en Cuautla y hay municipios que carecen de recursos para utilizarlos.
Por otro lado, aseguró que las plantas de valorización de residuos sólidos son consideradas como elefantes blancos, sin embargo, tienen la posibilidad de servir todavía, cambiando el tipo de tecnología que utilizan y haciendo algunas adecuaciones pueden resultar benéficas para el uso de toda la población.
"Tiene que ser una iniciativa donde Gobierno del Estado y municipios se coordinen para operar esas plantas de manera congruente y benéfica para la sociedad y sobre todo para no mandar tantos residuos a disposición final", comentó.