El "vivieron felices para siempre" es una frase que solo queda en las películas. En la actualidad, muchos de los jóvenes prefieren que sus relaciones no terminen en el altar, al considerar más importante, en la mayoría de los casos, el desarrollo profesional.
Los millennials se caracterizan por ser una generación que no se conforma ni sigue las reglas sociales establecidas, tienen una mente más abierta y va creciendo de la mano con la tecnología; asimismo, es estigmatizada por ser individualista y perezosa y, en contraparte, son promotores de una alimentación más saludable y hábitos de consumo sustentables.
El desarrollo profesional está antes de pensar en el matrimonio o formar una familia. De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) entre los jóvenes la solicitud de matrimonio va a la baja mientras que se elevan las solicitudes de divorcio
En 2019 se registraron 160 mil 107 divorcios, con lo que la tasa se ubicó en 18.4 por cada mil habitantes, con una tendencia creciente cada año.
En tanto que el año pasado se registraron 504 mil matrimonios en el Registro Civil, 5.8 por cada mil habitantes, confirmando una baja constante desde hace 10 años.
La edad promedio al casarse es de 32.8 años para los hombres y 29.9 para las mujeres en México.
En el municipio de Cuautla, en la zona oriente del estado, la situación no cambia mucho. Emilio Celestino Mora, oficial del Registro Civil 01, informó que durante este mes de febrero las solicitudes de bodas disminuyeron de manera drástica, incluso para el 14 de febrero no se tiene programada ninguna solicitud .Si bien, dijo, esto tiene que ver con la situación de la pandemia, el entrevistado refirió que cada vez son menos los jóvenes que buscan contraer matrimonio.
Algunos de los motivos por los cuales este sector de la población ya no busca casarse es porque prefieren invertir el dinero en otras cosas que ellos consideran más valiosas, esto viene de la mano en que los jóvenes conocen las alternativas, como es vivir en unión libre.
Tanto hombres como mujeres tienen ahora otras prioridades laborales, viajar más, tener sus propios negocios, y el matrimonio, para muchos, ya no es considerado una prioridad.