Como parte de las políticas públicas del gobierno que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador, el gobierno federal promueve un nuevo paradigma en el desempeño de las actividades mineras en el territorio nacional.
Lo anterior tiene su fundamento en impulsar un conjunto de buenas prácticas en el sector minero, mismas que se suman al marco legal ya existente y que tienen como su principal intención reducir al mínimo los impactos ambientales y propiciar relaciones de respeto y diálogo con las comunidades.
Las bases que componen este nuevo paradigma se encuentran publicadas en el documento "Buenas Prácticas para el uso del Agua en la Industria Minera de México" (2021), elaborado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales del Gobierno Federal (Semarnat) y el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA).
Es de resaltar que la empresa Esperanza Silver de México, promotora del Proyecto Esperanza, es pionera en la incorporación de las Buenas Prácticas en la minería.
María Luisa Albores González, titular de la Semarnat, señala que desde esta dependencia federal se encuentran invitando "a la industria minera de México para que acelere la adopción de las mejores prácticas en materia hídrica y en responsabilidad socio-ambiental. Como parte de la transformación del sector ambiental creemos firmemente en que este nuevo paradigma debe y puede ser implementado de manera conjunta entre el gobierno, el sector privado y la sociedad civil en los próximos años".
Para Esperanza Silver, en los hechos esto se traduce en avanzar en la construcción de un nuevo paradigma de la actividad minera metálica.
Adrián Pedroza Acuña, director general del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua, destaca que la publicación tiene como propósito promover "las mejores prácticas referentes a la planeación y gestión hídrica de esta industria, con el fin de garantizar la sustentabilidad ambiental de cuencas y acuíferos en nuestro país. Es una iniciativa que constituye una nueva forma de relación entre sector privado, gobierno y sociedad, a fin de reducir los riesgos de conflictos hídricos".
Este documento retoma las experiencias de buenas prácticas en el sector minero suscitadas en Canadá, Argentina y España.
Asimismo, incorporará elementos de los modelos de buenas prácticas del Consejo Internacional de Minería y Metales, el Instituto Internacional de Manejo del Cianuro, el Instituto Internacional para el Medio Ambiente y el Desarrollo, el Centro Argentino de Estudios Internacionales, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe-ONU, el Instituto de Recursos Mundiales; entre otras instituciones internacionales, y toma en cuenta leyes y Normas Oficiales Mexicanas en la materia.
El objetivo que persigue este documento marco es el de "proporcionar una guía para caracterizar, diagnosticar y mejorar la operación de las unidades y los proyectos mineros en términos del uso del agua" y, al mismo tiempo, ofrece una serie de recomendaciones para establecer un diálogo y acuerdos constructivos con las comunidades y los gobiernos locales.
Punta de lanza
La empresa Esperanza Silver de México, promotora del Proyecto Esperanza, es pionera en la incorporación de las Buenas Prácticas en la minería que se encuentra impulsado el gobierno federal.
Con estas características, el documento "Buenas Prácticas para el uso del Agua en la Industria Minera en México" se define como una guía de recomendaciones para aplicar en cada una de las fases de un proyecto minero: prospección y exploración, diseño y planificación de minas, construcción, extracción y beneficio; y cierre y restauración.
Un ejemplo de lo anterior se encuentra en el Proyecto Esperanza de la empresa Esperanza Silver de México, cuyo plan minero tiene el interés de establecer una mina de oro y plata en los terrenos comunales de San Agustín Tetlama en Temixco, Morelos.
Además, incorpora como sus principales prioridades sostener de manera permanente un diálogo social y constructivo con los principales grupos sociales dentro y fuera de la comunidad de San Agustín Tetlama, y al mismo tiempo, asume un serio compromiso de respeto al medioambiente, el cual se traduce en la elaboración de distintos estudios técnicos en cumplimiento de lo establecido en la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, estos estudios técnicos, en su momento, formarán parte de la Manifestación de Impacto Ambiental, que Esperanza Silver de México deberá de entregar ante la autoridad federal como parte de los requisitos previos, para recibir en su caso, la respectiva autorización de la autoridad para iniciar la construcción y puesta en marcha de una mina de plata y oro, salvaguardando los derechos sociales, ambientales y culturales de las comunidades.
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