En el marco del Día Mundial para la Prevención del Embarazo no Planificado en Adolescentes, en Morelos la situación es cada vez más grave, incrementando el número de jóvenes embarazadas, lo cual implica un riesgo mayor no solo a su desarrollo personal sino a su vida.
El embarazo en niñas y adolescentes es un problema de salud pública; el gobierno de México ha considerado el embarazo adolescente como un fenómeno que ha cobrado importancia en los últimos años debido a que el país ocupa el primer lugar en el tema, entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), con una tasa de fecundidad de 77 nacimiento por cada mil adolescentes de 15 a 19 años de edad.
A nivel local, el doctor Fernando González Acosta, médico ginecólogo obstetra, adscrito al Hospital General Regional de Medicina Familiar No. 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Cuernavaca, reconoció que ha ido a la alza la atención de mujeres adolescentes, al ser cada vez menor la edad de inicio de la vida sexual activa.
El médico explicó a El Sol de Cuernavaca y El Sol de Cuautla que en un embarazo adolescente es más propenso que el bebé tenga malformaciones debido a que cuentan con óvulos que aún no están maduros; además pueden padecer más frecuentemente enfermedades hipertensivas, hipertensión gestacional, preeclampsia y cualquiera de sus presentaciones, así como diabetes gestacional.
De igual forma, incrementa el riesgo para la mamá y el bebé de tener complicaciones o morir al momento del parto. Sobre todo si el peso de la madre o persona gestante es muy bajo o muy alto.
“El hecho de ser una paciente adolescente embarazada le genera más riesgos, por ende es que tenemos que hacer mucho énfasis en la prevención, recomendando, por ejemplo, métodos anticonceptivos”.
A nivel nacional, 23 por ciento de las y los adolescentes inician su vida sexual entre los 12 y los 19 años. De estos, 15 por ciento de los hombres y 33 por ciento de las mujeres no utilizaron ningún método anticonceptivo en su primera relación sexual. Es así que de acuerdo con estos datos, aproximadamente ocurren al año 340 mil nacimientos en mujeres menores de 19 años.
Avalando que el embarazo en adolescentes es un problema de salud pública, en el IMSS cuentan con programas preventivos que buscan orientar a las pacientes, por un lado en la consulta de medicina familiar pero también recomendándoles un método anticonceptivo para evitar el embarazo en adolescentes.
En el IMSS cuentan con una amplia variedad de métodos anticonceptivos entre los que se encuentran: las pastillas, inyecciones de aplicación mensual y trimestral, implante hormonal subdérmico, parche anticonceptivo, dispositivos intrauterinos con cobre o medicado con levonorgestrel, para mujeres con y sin antecedentes de embarazos y métodos quirúrgicos, como lo son la salpingoclasia y la vasectomía sin bisturí.
Los métodos anticonceptivos los ofrecen a toda la población sin importar no sean derechohabientes.