El médico cuautlense Alfredo Cruz logró conquistar la cima del volcán Ojos del Salado, ubicado en la Cordillera de Los Andes y, con una altura de seis mil 891 metros, considerado como el más alto en el planeta Tierra. A los 40 años Alfredo emprendió sus aventuras con el alpinismo, y en memoria de su abuelo, quien también era alpinista, ha logrado todos los objetivos que se ha propuesto.
El pediatra intensivista viajó a Sudamérica este diciembre con la convicción de cumplir su siguiente meta luego de conquistar, en julio pasado, la cumbre del Chimborazo, un estratovolcán potencialmente activo, considerado como el punto de la Tierra más cercano al sol y la luna, con una altura de seis mil 263 metros.
"Me siento muy orgulloso de haberlo logrado. Me gustaría seguir cumpliendo nuevos retos", dijo el médico.
Para el alpinista, de 44 años de edad, el principal reto fue la altura, superior a todas las escaladas superiores en su historial.
"En un sitio ubicado en el desierto, la humedad relativa llega a cero absoluto, y eso, combinado con las temperaturas, que van hasta los 35 grados bajo cero, es muy difícil", dijo.
El alpinista se adentró a esta práctica motivado por el recuerdo de su abuelo, quien solía contarle las aventuras que vivió al escalar el volcán Popocatépetl. Décadas después, Cruz lo vivió en carne propia. Desde entonces, una fotografía de su abuelo lo acompaña en cada una de sus hazañas.