Con la finalidad de generar mayores ingresos, fomentar entre la población una cultura sobre el calzado limpio y de acercar sus servicios a jóvenes estudiantes y docentes, integrantes de la asociación de boleros de Cuautla iniciaron un proyecto de llevar sus servicios a las escuelas del municipio; sin embargo, la pandemia terminó con este proyecto.
Camerino García Mendoza, secretario general de la Asociación de Boleros de Cuautla, informó que a principios de año los lustradores de calzado iniciaron con un nuevo proyecto, el cual consistía en generar una alianza con las principales escuelas de la zona para que los lustradores pudieran ir a las escuelas y en un espacio y horario definido poder dar grasa a los zapatos de alumnos y docentes que así lo necesitaran, esto con un precio especial.
El entrevistado comentó que por cada servicio ellos cobraban 10 pesos, la mitad de lo que cobran normalmente, los lustradores de calzado se turnaban de tal forma para que todos pudieran acudir a la escuela secundaria Antonio Caso, que fue donde se iniciaron con las labores y a la par seguir trabajando en el centro del municipio.
“El calzado es la presentación e imagen de las personas, traer el calzado limpio habla de nosotros y nuestra responsabilidad”.
El entrevistado señaló que el proyecto se inició en enero y que tuvieron muy buena repuesta por parte de los alumnos, pero por la pandemia y el cierre de las escuelas el proyecto se vino abajo.
En este sentido, dijo que los 39 lustradores de calzado que hay en el municipio se han enfrentado a una importante crisis económica, pues desde que la pandemia inició, sus servicios se han limitado mucho.
“Ha bajado mucho nuestro trabajo, tenemos compañeros que se van sin hacer ni un solo servicio en todo el día, llegan a las siete de la mañana y se van entre seis y siete de la tarde”, finalizó Camerino García Mendoza.