Para tacos de barbacoa en Cuernavaca, los de Don Beto. Estos tacos son una garantía de sabor; y desde hace 39 años deleitan el paladar de cuernavacenses y visitantes.
Todo surgió en el año 1984, cuando un capitán de la Marina le propuso a Alberto Trujillo Cruz, alias “Don Beto”, dejar su empleo como camionero y que mejor aprendiera a preparar barbacoa para que iniciara su propio negocio.
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En ese entonces, Don Beto no pensó que se convertiría en toda una celebridad en Cuernavaca gracias a sus tacos, los cuales hoy en día son de los más reconocidos.
Para El Sol de Cuernavaca, Don Beto contó que le gusto tanto este oficio que, incluso, no se quita el mandil de taquero ni para dormir.
“Tanto me gustó que ahora hasta con el mandil me acuesto y no me lo quito hasta la fecha. Es para servirles a todo público aquí en los mejores tacos que hay”, explicó.
Don Beto llegó a los 12 años a Cuernavaca, sitio que se convirtió en su lugar favorito, ya que aquí se estableció con su esposa y sus tres hijos, es decir, con su familia.
Su esposa fue quien lo impulsó a continuar con su negocio de tacos, ya que: “No quería que anduviera fuera chambeando y toda la cosa, quería que estuviera al pie del cañón aquí con ella”.
La amabilidad ante todo
Don Beto es conocido, por el rico sabor de sus tacos y también por la amabilidad con la que recibe a todos sus clientes, a quienes siempre les saca una sonrisa y les da la atención personal, que no se ve en ningún otro sitio.
“El secreto es tener un buen carácter para atender a toda la familia que venga, para mí no hay distinción de nadie, todos para mí son iguales”, agregó.
¿Cuál es el secreto de los tacos de Don Beto?
El estilo de su barbacoa, es yucateco y de su maestro, el marino, quien al morir le dejó a Don Beto "la patente" de esos tacos.
“Vivir bien, trabajar bien, ser amistoso con todo mundo, obedecer lo que quiere el cliente”, son los ejes que lo han llevado a tener el éxito de su negocio.
Los tacos de Don Beto son característicos por su sazón, pero además, son de tortillas grandes. Se encuentran a un costado de la carretera federal México – Cuernavaca, a unos metros del panteón del poblado de Ocotepec. Su negocio abre todos los días, excepto los miércoles.
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