Después de leer las declaraciones que nuestro Sr. Presidente Electo vertió esta semana y en las que; primero declara que está recibiendo un país en condiciones estables y con finanzas sanas para, un día después desdecirse y asegurar a los medios que lo que recibe es un país en bancarrota, mi primera reacción fue, después de recuperarme de la confusión que me causo; pensar que existe una total incoherencia –o incongruencia si así se prefiere – en su forma de pensar, decir, hablar y actuar. En segunda instancia; me pregunte quien es la persona que lo asesora para elaborar sus discursos; los cuales hay que destacar, son bastante comprensibles cuando se dirige al sector empresarial o incluso político de nuestro país, pero; cuando son dirigidos al sector popular, al ciudadano que le otorgo el voto y con el cual generó una enorme cantidad de compromisos; es entonces ahí cuando a mi parecer las cosas cambian. El discurso para el pueblo se convierte en una hoguera en la cual hay que quemar a todas las brujas y demonios que han administrado este país y lo han saqueado para; siguiendo el mismo estilo, hacer notar a todos quienes lo escuchan y leen que él es el único con las posibilidades, los arreos, capacidades u lo que sea para rescatar a este país de la podredumbre en la que se encuentra.
Para tener mayor claridad y no pecar de falta de cultura general, me di a la tarea de consultar el Diccionario de la Lengua Española y encontré lo siguiente; “Coherencia: 1. f. Conexión, relación o unión de unas cosas con otras.2. f. Actitud lógica y consecuente con los principios que se profesan”.
Podría parecer que este posicionamiento del Sr. Presidente Electo –al cual no llamaré doble discurso para no generar reacciones encontrada- es solo una obra de la casualidad y que no existe nada o con un trasfondo en ello, pero; después de pensarlo un poco y de leer diversas opiniones en Facebook, twitter y demás redes sociales; de ver cartones en las cuales se presenta a AMLO como el personaje de dos caras en conocido comic de un justiciero vestido de murciélago, incluso de verlo a él esperando cinco horas para el despegue de un avión comercial retrasado por el clima en el cual él viaja como cualquier otro ciudadano de este país, después de verlo de esta forma me pregunto si no existe una “Coherenciaen la misma Incoherencia”.
Pregunto; ¿No hace nuestro señor Presidente esto como un mecanismo para mantenerse “omnipresente” en el ánimo y memoria del pueblo?, ¿No lo hace para presentar una imagen de negociación, de diálogo con unos; pero también de justiciero y defensor con los otros?, ¿No estamos en presencia de un estilo de gobierno que le permitirá estar en todos lados, en todas las mentes, en boca de todos? Creo que detrás de la imagen del Sr. Presidente Electo de México hay un trabajo mucho más profundo y pensado y del que; casi podría afirmar que de incongruente no tiene nada.Habrá que ver que resulta de esto en el futuro, si lo que observo se acerca en algo a la realidad veremos muchos “planteamientos” similares los cuales, muy probablemente permearán a otras instancias de gobierno ya que, al final, la incoherencia que representa el no cumplir con un compromiso de campaña se vuelve coherente cuando se sustenta en la incoherencia de los actos realizados por sus predecesores, afirmación que ya hizo en días anteriores.
Quizá dentro de muy poco comencemos a vivir en un país incapaz de identificar su propia incongruencia ya que esta represente el escenario bizarramente perfecto para disculpar el no cumplir o el no hacer.