Lo que inició como una sede temporal para el Señor de Tepalcingo se ha convertido, en seis meses, en un proyecto cada vez más ambicioso. Se trata de la Capilla Efímera, construida en lo que anteriormente era la Casa del Peregrino, pero cuyo calificativo ya no le pertenece.

A lo largo de ese tiempo, los feligreses de Tepalcingo han demostrado el fervor que le tienen a su santo patrono, pues ante los daños que sufrió el santuario de Jesús Nazareno, cuando ocurrió el terremoto del 19-S, han construido una nueva edificación con madera, concreto, adoquín, plafón y loseta. En sus interiores, la capilla contiene los cuadros de las 14 estaciones del Vía Crucis.

"Durante seis meses hemos trabajado para darle al Señor de Tepalcingo el lugar que merece", explicó Isaías Vázquez, uno de los pobladores que participan en la construcción del templo.

La construcción de la Capilla Efímera de Tepalcingo pone de manifiesto el poder de la organización de una comunidad que se sobrepone a la tragedia. En lugar de entregarse a los daños del sismo, los habitantes iniciaron de inmediato la edificación de la capilla gracias a las donaciones en especie y en efectivo de peregrinos, lo que permitió mantener en pie la feria del pueblo, que es la más grande del estado. Eso, por otro lado, permitió incrementar las ventas de los comerciantes de la zona.

Lo más seguro es que, una vez restaurado el santuario, conservemos nuestra capilla