Juan Carlos Valencia Vargas, secretario ejecutivo de la Ceagua, precisó que la canícula es un fenómeno que ocurre cada año y tiene una duración de 40 días, inicia a finales de la segunda quincena del mes de julio y dura todo el mes de agosto.
Se caracteriza por una disminución de las precipitaciones y un incremento de las temperaturas, ambos efectos son causados por una disminución del vapor de agua que se trae de los océanos, en este caso del océano pacífico hacia el centro del país
Explicó que los efectos de la canícula son más visibles al norte del país, sin embargo, en el centro también se ven los impactos.
Como todo fenómeno tiene sus oportunidades y riesgos, una oportunidad que se presenta en el estado es que Morelos se convierte en destino turístico ideal para disfrutar de albercas y balnearios; sin embargo, hay riesgos como la plaga del pulgón amarillo, que afecta al campo
Ante ello, la Secretaría de Salud hace un llamado a la población para prevenir el golpe de calor, que afecta principalmente a los grupos vulnerables, niñas y niños menores de cinco años, adultos mayores, personas con enfermedades crónicas o aquellas que en horarios de mayor radiación solar realicen alguna actividad física, como los jornaleros agrícolas y trabajadores de la construcción.
Durante los 40 días que dura la canícula, la Secretaría de Salud recomienda
- Evitar exponerse al sol o realizar actividades durante los horarios de mayor radiación (entre las 11:00 y 16:00 horas)
- Consumir suficiente agua o bebidas con electrolitos; usar sombrillas, gorras o sombreros; así como ropa ligera y de colores claros.
- Mantenerse muy bien hidratados durante este periodo para evitar afectaciones
El golpe de calor se produce cuando la temperatura corporal se eleva por encima de 39.4° centígrados, ya sea por efecto de la condición ambiental o la actividad física vigorosa, en la que el organismo es incapaz de regular su temperatura y puede provocar deshidratación, delirio, desvanecimiento, convulsiones y, en algunos casos, la muerte.
Recordó que es importante que ante síntomas como debilidad y/o calambres, es necesario que las personas se retiren del sol, se hidraten con electrolitos orales o agua natural, y acudan a la unidad de salud más cercana, para prevenir posibles complicaciones.