En Morelos ya había comités de autodefensa desde hace tiempo, expresó José Manuel Mireles Valverde, aunque no quiso abundar al respecto, al advertir que no es evangelizador, adivino o predicador del tema; durante la presentación de su libro "Todos somos autodefensas: el despertar de un pueblo" en una universidad privada, en una plática con estudiantes y profesores, recomendó estudiar porque "son la esperanza de un nuevo país y la violencia o andar en las calles aprendiendo chingaderas no es una alternativa de vida".
Desde las aulas, aseguró, sí es posible cambiar la necesidad del uso de las armas, por el uso de un libro, y "este dice todo lo que es la autodefensa, lo hizo un presidiario en donde estuvo preso por tres años sin tener ningún contacto con otro ser humano", comentó.
Aunque la justicia está secuestrada por unos cuantos, invitó a los jóvenes a prepararse; "lo mejor del mundo que podemos tener como seres humanos está en la aulas, allí donde nos enseñan a usar la razón, hablar con la verdad y a buscar la justicia".
Al relatar varios pasajes violentos que los obligaron como ciudadanos a organizarse para defenderse de grupos de sicarios se emocionó hasta las lágrimas, por eso y por el enojo que hay en mucha gente victima de la violencia, "no se puede otorgar perdón sólo porque un "pendejo" de escritorio lo pida"; antes que nada subrayó practicar el humanismo.
En las páginas de su libro reflexionó cuando estuvo preso e incomunicado en una celda por defender a las familias en Michoacán, expone la manera en que ante la falta de esperanza en las dependencias que impartían justicia, debieron levantarse en armas y combatir a quienes tenían nexos y complicidades con autoridades de todos los niveles, mientras la violencia marcaba a las familias en los pueblos y comunidades desde 2004.
Aunque no abundó sobre Morelos y la organización de las comunidades ,dijo que no recorre el país para mostrar a otros como levantarse en armas u organizarse, pero que si lo hacen es porque, como ellos, no encontraron respuesta o atención a su demanda de justicia y seguridad.
Míreles sostuvo que recorre las universidades porque en las aulas están quienes pueden hacer del país un lugar mejor. "No sé cómo van a salir de aquí, pero no soy ni adivino, evangelizador o predicador; vengo a pedir que nos ayuden a los luchadores sociales a despertar conciencias, para no tener que vender nuestra alma al diablo mañana, si queremos tener un Cuernavaca en paz o un Morelos en paz, y una nación en paz", advirtió aunque las experiencias que enfrentó con mucha gente lo obligan a exponer los detalles de otra realidad en México.
Alertó que en muchos de los casos no es el pueblo el que está descompuesto socialmente sino sus autoridades, no obstante que en muchos lugares gozan de paz en otros se vive un infierno, "si el crimen existe es porque el Gobierno lo permite sino no existiría".
Destacó que tiene buena relación con el próximo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, pero que aunque es una buena persona, es al final de cuentas un oficinista y tampoco comparte su visión de amnistía a los delincuentes.