[Nosotras] Las 4 olas del feminismo

A través de la historia, la mujer ha luchado por tener los mismos derechos que el sector masculino

Fernanda Martínez | El Sol de Cuernavaca

  · jueves 17 de junio de 2021

El feminismo ha jugado un papel importante a través del tiempo, siempre luchando por la igualdad de género y en busca de una vida libre, tranquila y segura.

Durante años, las mujeres han luchado por tener un lugar en la sociedad, un roll más allá de ser madre y esposa; ha habido importantes inventoras científicas, filósofas, historiadoras, artistas, etcétera.

En cada etapa se ha ido consolidando el colectivo y ha tomado fuerza para conseguir se hagan valer sus derechos, aunque todavía falta camino por recorrer, volver la mirada al pasado te hace ver el avance obtenido y te impulsa a continuar con la lucha.

Primer ola

Nace en el siglo XVIII, con la Revolución Francesa y la Ilustración. Surgió ante la falta de representación de la mujer en los principios que sostenía la revolución, cuestionando los provilegios de los que gozaban los hombres.

Durante este periodo surge la figura de las sufragistas, buscaban más oportunidades. En este momento, las mujeres comienzan a tomar conciencia de la opresión de la sociedad sobre ellas, buscan ser más que esposas y madres.

Exigían su derecho a

  • La educación
  • La libertad
  • La igualdad
  • El voto

Las principales representantes de esta primera etapa son Poullain de Barre, Olympe de Gouges y Mary Wollstonecraft.

Segunda ola

Se desarrolló a mediados del siglo XIX hasta la década de los cincuenta del siglo XX, en el termino de la Segunda Guerra Mundial.

La segunda de las etapas del movimiento feminista empezó en Estados Unidos, cuando cuatro mujeres lucharon por la independencia del país y por la liberación de los esclavos, lo que originó que la mujer comenzará a participar en cuestiones sociales y políticas.

Así se originó el sufragismo, que perseguía el derecho al voto femenino y el derecho educativo.

Al finalizar la Segunda Guerra Mundial las mujeres de Inglaterra lograron el derecho al voto, pues ocuparon los puestos de los hombres que se habían ido a la guerra y no podían negarse a sus demandas.

La lucha continuó con la demanda al libre acceso a estudios superiores, igualdad en todas las profesiones, así como en el salario y en los derechos civiles, el derecho a compartir la patria potestad de sus hijos. También reclamaban la injusticia de que el marido hubiera de ser el administrador de los bienes conyugales.

Tercera ola

Llegó en la década de los sesenta, donde frente a la Mística de la feminidad, las mujeres se sentían vacías por el papel que debían representar en la sociedad.

Betty Friedan creó la Organización Nacional de Mujeres (NOW), convirtiéndose en la organización femenina más representativa del feminismo liberal, que se caracterizaba por su oposición a la desigualdad, buscaba reformar el sistema para adquirir la igualdad entre géneros.

El feminismo radical fue el protagínico de esa época. Se oponía a las ideas del liberalismo, que se sustentaba en una política reformista, pues tenían el objetivo de abolir el orden patriarcal, el cual se mantenía intacto, pues a pesar de haber conseguido legitimación de los derechos, el sistema social seguía sustentándose sobre valores sexistas, clasistas, racistas e imperialistas.

Logran incorporación a la educación secundaria y superior, así como a oficios, empleos y profesiones. Se ve el uso masivo de pantalones, logran postularse como candidatas y comienza la educación sexual.

Cuarta ola

Comienza después de la década de los ochenta, se concentra en la actualidad, donde el movimiento se ve en la necesidad de otra ola, debido a la continuidad de abusos y violaciones, las diferencias aún existentes en el mundo laboral, la desigualdad en las sentencias judiciales, etcétera.

El movimiento está más fuerte que nunca y se caracteriza por su activismo en internet, aprovechando al máximo las redes sociales, así tienen mayor eco sus demandas.

Reclaman la lucha por la igualdad, el derecho al aborto, la defensa de la libertad sexual, los derechos civiles, la oposición a la violencia machista y a los estereotipos.

Surge la descripción del movimiento bajo el nombre de sororidad, entendido la hermandad y la solidaridad que debe haber entre las mujeres.

Al mismo tiempo que comienzan a crearse grupos para concientizar a la mujer a partir de experiencia propias, creando centros de autoayuda. Esta acción sigue el principio de que ninguna mujer debe sobreponerse a otra, luchando por el comunitarismo.

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