En Larghetto hacen de la tecnología su aliada

Esta academia de arte musical inició actividades en 2010 y se ha consolidado como una de las predilectas en el municipio

Emmanuel Ruiz | El Sol de Cuautla

  · miércoles 31 de marzo de 2021

La sede en Cuautla es un edificio de tres plantas ubicado en la colonia Emiliano Zapata.

Hoy Larghetto cuenta con tres sedes, una web oficial y redes sociales con actualizaciones constantes de cursos y promociones. Esta academia de arte musical es la única en Morelos que ofrece certificaciones internacionales, pero hace diez años las cosas eran bastante menos. Erick Nava, uno de sus fundadores y quien sigue formando parte del equipo al frente de la academia, recuerda bien aquella época.

“Inició como algo muy clandestino, sin nombre, sin mayor show. Era un cuartito donde se daba todo y esto inició en el 2010, de ahí estuvimos trabajando un buen rato así, y hasta el 2012 es cuando ya obtiene su nombre formal, Larghetto, y desde entonces hemos venido trabajando así”, relata.

Erick Nava es un joven de 30 años. En aquel entonces, Nava acababa de volver del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, donde estudió guitarra, y, extraña pero comprensiblemente, se decía de él que era español. Aquel rumor jugaría a su favor.

“Cuando regresé se empezó a correr el rumor de que ‘ah pues es que es el español, el que está dando clases, un chavito que viene de España’. Lo manejaban como el español que daba clases, yo tenía 21 años. No es que fuera español, soy de Cuautla, pero se empezó a decir eso y la gente quería venir a estudiar con ‘el español’. En aquel entonces teníamos dos músicos: Agustín Delfín y Luis Gerardo Sánchez”.

El rumor contribuyó a que la academia, aun sin nombre, fuera captando sus primeros alumnos, y con el paso de los meses el proyecto que el equipo tenía en mente fue tomando forma y se hizo lo que es ahora, una academia de música que se ha extendido con dos sedes más en la ciudad de Cuernavaca, con cursos para quienes ven en la música sólo un hobby, pero también certificaciones para los quienes se lo van a tomar en serio.

“Somos la única escuela de Morelos que cuenta con certificaciones internacionales. Tenemos tres: una por parte de la University of West London, otra por parte de Rockschool y otra por parte de la Associated Board of the Royal Schools of Music (ABRSM). Entonces estas tres universidades vienen, nos avalan a nosotros y ahora podemos dar certificaciones de ellos, en donde podemos sacar desde un certificado ordinario hasta una licenciatura. Son sistemas escolarizados, un poco más intensivos, que ya traen una boleta de calificaciones y que es un sistema aparte”, explica Erick.

Músico y abogado

Erick Nava es músico, pero también es abogado. Contar con dos carreras le ha permitido mucho. Por un lado, su faceta de abogado le ayuda a sortear los asuntos administrativos inherentes a cualquier empresa. Por otro, se entiende bien con sus clientes y con los maestros, pues en su interior todos están unidos por la música.

“Me ha servido mucho, porque esto es una parte muy administrativa, lo que es mi trabajo, y aparte el atender al cliente, al músico, al maestro, que hablan en términos musicales, y saber realmente compaginarlo y llevarlo a una parte formal, que es donde viene la parte del abogado, el administrador o alguien que estudió negocios empresariales o relaciones públicas”, dice.

Claro que, en el fondo, la música es el verdadero hilo conductor. Por eso, el equipo de Larghetto se ha esforzado por contratar a músicos preparados, que estén al nivel de la academia en la que ha pretendido convertirse.

“En Cuautla hacía falta un lugar y creo que llegamos a cubrir una necesidad, y ese ha sido el gran diferenciador de nosotros con nuestra competencia, porque Cuautla no tenía un lugar donde se diera algo de calidad en cuanto a música. Hay danza, pintura y lo entendemos a perfección, tenemos a grandes artistas aquí, pero en música estaba muy disperso, muy faltos de llegar a un nivel de excelencia”, afirma.

Él mismo, años atrás, había vivido en carne propia esta necesidad al tener que salir de la ciudad para estudiar lo que quería.

“Es una necesidad que nosotros sufrimos, porque no había un espacio, así que al final quisimos establecerlo aquí”.

La sede en Cuautla es un edificio de tres plantas ubicado en la colonia Emiliano Zapata. Las paredes están pintadas con los colores rojo, blanco y negro y, de vez en cuando, con frases relacionadas con el aprendizaje y la práctica musical. En los salones se dan clases de canto, guitarra acústica, eléctrica, batería, piano, bajo, violín, ukelele, cello, trompeta y sax.

“Y tenemos una iniciación musical a la que le llamamos Larghetto Kids, que es para niños de cuatro a ocho años de edad, en donde ven toda esta psicopedagogía musical, que es una parte muy importante para el desarrollo de los pequeñines, la función motriz, el reconocimiento de sonidos, de instrumentos, etcétera”.

Larghetto es la única escuela de Morelos que cuenta con certificaciones internacionales / Fotos: Gude Servín | El Sol de Cuautla

La tecnología, una aliada en tiempos de pandemia

Tiempo antes de que la pandemia del Covid-19 sorprendiera al mundo entero, el personal de Larghetto ya había adoptado algunas de las medidas que, tiempo después, le permitiría hacer frente a las restricciones sanitarias impuestas por las autoridades para evitar contagios del virus entre la población, principalmente en cuanto a la realización de actividades presenciales. Cuando las autoridades ordenaron el cierre de escuelas y otros espacios académicos, los maestros recurrieron a las clases a distancia:

“No nos agarró tan desprevenidos porque desde hace algunos años habíamos implementado clases en línea. Lo que pasa es que Cuautla es una ciudad donde, muchas veces, a la hora de entrar a la universidad, los jóvenes se van a Cuernavaca, a Puebla, la Ciudad de México y otros estados, y esa situación nos llevó a implementar un sistema en línea. Ya llevábamos trabajando así año y medio, aproximadamente, cuando se nos viene esto, y lo que hicimos fue incrementar nuestra capacidad de tecnología y de maestros dando clases en línea”, explica Erick.

Pero no todo fue viento en popa. La realidad es que, de un momento a otro, la academia vio alejarse de las clases a la mayoría de sus alumnos, algo que puede atribuirse al impacto económico que tuvo la contingencia sanitaria en las familias:

“Te estoy hablando del 87 por ciento, de alumnos que dejaron de tomar clases. Se vino como una bola de nieve: la gente empezó a perder empleos, y si uno pierde el empleo deja de generar para otro y se hace una cadena, que desencadenó para todos al final de cuentas”.

Pero el optimismo perduró.

“Nosotros nos esforzamos en hacer nuestra chamba bastante bien, para que esto siguiera en pie. Nunca se vio la alternativa de cerrar, sino buscar por mil y un millón de lugares para salir adelante y aguantar”.

En espera de mejores tiempos

Para el personal de Larghetto, la vacunación de adultos mayores es un aliento que reserva un futuro cada vez mejor. Actualmente, la academia opera con clases en tres modalidades: presencial, a distancia y un esquema híbrido. Al interior de las instalaciones, la gente de la academia busca generar las mejores condiciones de salud para estudiantes y maestros, a la espera de que las autoridades den rienda suelta a las clases presenciales y de que la economía de las familias entre en recuperación.

“Hay una parte súper esencial en esto, que es el vivir de un sueño. Eso nadie te lo va a quitar, nadie te lo va a poder explicar. La emoción de subirte a un escenario, ver a dos mil, tres mil personas frente a ti y ser el centro de atención de toda esa gente, por un ratito, es una experiencia única”, describe Erick, en el deseo de que la gente de Morelos se acerque a esa experiencia a través de la música y de la academia que fundó hace una década.

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