Lorena Noyola es una mujer con planes claros que tiene la única intención de mejorar la calidad educativa y las condiciones sociales para el desarrollo de los universitarios. En entrevista exclusiva con El Sol de Cuernavaca, asegura que no le teme a los retos; enfrenta los problemas y dice tener las cualidades necesarias para hacerle frente a lo que venga, incluso para dirigir la máxima casa de estudios morelense. Ella es una de los aspirantes a suceder a Gustavo Urquiza al frente de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM).
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La universalidad que deja Gustavo Urquiza Beltrán es mucho mejor de la que recibió, pero aún hay temas inquietantes como las finanzas, los procesos administrativos y laborales, ¿por qué Lorena quiere ser rectora?
"Yo estoy convencida de que la universidad pública en el país, y no sólo la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, tiene un papel fundamental en la sociedad; nos permite tener muchos factores de crecimiento, como la formación".
"Me interesa ser rectora porque estoy convencida de que nuestra universidad tiene un papel que debe trascender; debe ser una institución motivada, no sólo hacia dentro, también tenemos que gestionar y crear condiciones de vida para los académicos, estudiantes, docentes, investigadores y toda la comunidad universitaria, pero además tenemos que hacer estrategias para vincular de tal forma que la institución sea un motor de desarrollo a nivel estatal".
“Es importante vincularse con las comunidades, con la sociedad en general para crear estrategias que sirvan de cultura de paz y tener esta interculturalidad basada en la inclusión para empezar a entender cómo es toda esta parte de género, de la ideología; saber de dónde venimos y a dónde vamos, quiénes somos, todas estas preguntas que parecieran recurrentes, pero que en estos momentos son importantes plantearlas para ser un motor de desarrollo social y económico en el estado y sus comunidades”.
La UAEM por sí sola genera pocos recursos, incluso tiene que ayudarle el Gobierno del Estado y la misma federación para cubrir algunos pagos como los aguinaldos de los trabajadores, ¿la Universidad tendría que hacerse responsable de una parte de su gasto?
“Sí, yo creo que sí. Hay muchas estrategias que tienen que ver con la vinculación, con servicios hacia afuera de la universidad; tenemos un gran potencial humano y oportunidad de vincularnos hacia afuera con actividades económicas productivas; una de ellas, que por cierto la universidad ya ha probado que es muy exitosa, es desde la administración central, con políticas estratégicas para dar capacitación externa, es decir, históricamente la universidad ha dado capacitaciones empresariales y gubernamentales que son exitosas y dejan dinero a la universidad. Probablemente tenga que ser una estrategia que vaya creciendo; es probable que surja con poca fuerza pero tendríamos que ir con enorme convicción.
“Por otro lado también creo que se pueden establecer estrategias de educación con capacitación, de hecho muchas unidades académicas de ahí viven.
“También la estrategia de innovación tecnológica y científica, que tiene que ver con el desarrollo de patentes que están vinculadas con el quehacer de investigación y que se puedan vender, porque eso también nos falta; tenemos patentes, pero no hemos dado el brinco hacia la comercialización, por ejemplo tenemos a Farmacia viviendo un problema real con el dengue que podrían estar haciendo algo en este tema para vender servicios.
“Me parece que es un cambio de mirada para que en la universidad acepten también los servicios universitarios y se venda bien lo que sabemos hacer”.
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De llegar a la rectoría, arrancaría su gestión en medio de un tema que pende un hilo: el pago de la nómina de los trabajadores que durante seis años ha estado dispuesto a ganar menos del salario mínimo, ¿qué hará Lorena con los sindicatos y el resto de pendientes?
“Obviamente hay que atender estos temas de inmediato y garantizar que los trabajadores tengan sus activos y prestaciones tal cual están en los contratos colectivos de trabajo.
“Hay compromisos también públicos, como con el Instituto Mexicano de Seguridad Social (IMSS); es un reto enorme que tiene que ver con la capacidad de gestión de quien encabece la rectoría con los órdenes de gobierno que competen, que es el estatal y federal; me parece que la universidad durante estos seis años ha estado haciendo su trabajo. Tenemos indicadores suficientes para solventar las peticiones al gobierno porque no hemos descuidado en ningún momento los indicadores académicos, estos sacrificios que hirieron a los trabajadores fueron para seguir otorgando a la universidad garantía académica para que, justamente, a la hora de que alguien tenga que negociar las ampliaciones presupuestales, se logren”.
“Hay muchas cosas que están sucediendo en la universidad que nos rebasan, pero que están sucediendo y llegan a las aulas, como lo de las Morras, que, por cierto, hay una cuestión importante que es la ideología de género, pues está transformando nuestros espacios; incluso tendríamos que pensar en baños neutros para la población que se identifica con esto.
“Puedes imponer la legalidad, pero no resuelve realmente el problema en términos de fondo entonces, desde mi punto de vista el término de fondo tendría que pasar precisamente por una estrategia muy fuerte y se integre realmente; preguntarse por qué las Morras están o hacen una manifestación y cómo puedes eliminar todos los discursos conciliando forma pacífica y en el diálogo.
“Hay que fortalecer la identidad universitaria, me parece que se puede empezar a hacer comunidades que se cuiden entre sí mismas”.
Con todo, es evidente que la universidad necesita de mucha gestión, ¿estamos ante un nuevo perfil de rector o seguimos en el mismo pleito? ¿Más política o más academia?
“Yo creo que habrá sectores de la universidad que siguen en ese debate; por supuesto que sigue vivo el debate, pero también estoy convencida de que quien encabezará la Rectoría debe tener una importante política de gestión, conciliación y posicionamiento, porque en la universidad se tienen que impulsar los posicionamientos no sólo hacia arriba, sino también desde abajo; el posicionamiento de la universidad 'de piso', como yo le llamo, es importante porque además de la capacidad de gestión no solamente se basa en los grandes indicadores científicos que tenemos y debemos conservar.
“Hay que aprovechar las fortalezas que tiene la universidad; por ejemplo, se ven que los proyectos del servicio social tienen que tener una rectoría y guía para posicionar a la universidad en otro plano y no dejar que estos productos y servicios sean sólo para empresas o durante el servicio que hacen los jóvenes, sino también hacer proyectos con una línea rectora que permita vincular a la universidad con la comunidad.
“La universidad te va a permitir hacer política como la universidad lo requiera; no es como un partido político o un candidato a una diputación, es una política que está fortalecida por toda esta parte académica que también necesita una rectoría. Tenemos que entender cómo está posicionada la universidad, cuáles son los indicadores que tenemos que fortalecer, dónde están las áreas de oportunidad para poderlas trabajar y darle gestión y acceso a la vida plena de la universidad comunitaria, y a los investigadores para que tengan lo que requieren para hacer lo que mejor saben; dirigirlo también a la parte de fortalecimiento de la política que se tiene que hacer como parte de la rectoría en la universidad”.
La universidad egresa a alumnos preparados para el presente y el futuro que se avecina en medio de los avances tecnológicos, como las inteligencias artificiales, ¿toda esta realidad la atiende la UAEM?
“Yo pienso que es algo que muchos universitarios vemos que pasa por políticas internas donde la dinámica de la restructuración de los planes de estudio y la dinámica interna se tiene que impulsar, porque se tienen que fortalecer las competencias blandas que no son sólo disciplinarias, que le darán al estudiante lo suficiente como para salir al mercado laboral complejo y desempeñarse de manera completa con las condiciones que tiene el mercado globalizado; además también habría que sumar con los cambios de las leyes y normativas generales, y por supuesto de los quehaceres nacionales que estamos viviendo, que evidentemente muchas universidades públicas responden a un posicionamiento federal diferente.
“Se tiene que hacer un cambio de miras hacia una armonización para darle competencias blandas a sus estudiantes, ¿cómo lo tienes que hacer?, pues precisamente como administración central, con los titulares de las unidades académicas; es decir, la Rectoría no puede trabajar en aislado, tiene que trabajar en conjunto con todos los titulares de las unidades académicas y administrativas para poder mover lo más pronto posible la universidad y estudiantes para que tengan habilidades blandas y permitan insertarse en estos mundos complejos.
“Ya hay universidades que llevan a cabo estos planes, quizá habría que ver muy a detalle cuáles son pertinentes incorporar o analizar, dependiendo obviamente de nuestra propia conformación interna Por otro lado, aparte la gestoría de la administración tiene que ser fuente de comprensión del entorno, si nosotros como universidad no comprendemos el entorno, es poco probable que podamos responder a esas necesidades, y para eso, vuelvo a lo mismo, me parece muy importante que la universidad establezca espacios ideológicos sin descuidar lo que hacemos.
“No se trata de dejar de hacer las cosas, es complementar para que fuera de la universidad sepas lo que hacemos y viceversa, es decir, crear una retroalimentación para el exterior para que esto fortalezca a la universidad y al estado, porque la universidad es tan grande que se puede esparcir su grandeza por muchas partes”.
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