Entre el 1 y 2 por ciento de las personas que han atravesado por un duelo o muerte de una persona cercana caen en una profunda melancolía que se vuelve crónica, confirmó Luis Pérez Álvarez, investigador del Centro de Investigación Transdisciplinar en Psicología, situación que puede acortar los años de vida y traer consigo enfermedades no solo mentales sino físicas.
“Cuando una persona no tiene el tiempo, espacio para elaborar el duelo, para dolerse o sufrirlo, llorar esa pérdida, puede ser que se instale una situación de tristeza crónica que a la larga podríamos llegar a diagnosticar como una depresión o más aún como una melancolía, es decir, una depresión duradera y por más que se acude al médico, al psicólogo, al psiquiatra, pues duran mucho estos procesos”.
La falta de hablar o expresar el dolor es como si se “enquistaran” y logran hacer síntomas, dijo el especialista; por pena o miedo de expresar ese “nudo en la garganta”, aunque no bastan para presentar una enfermedad clínica, sumado a otros factores se pueden llegar a convertir en dichas enfermedades.
“Recuerdo a una paciente que me decía que su médico le había dicho 'mira señora usted se preocupa demasiado por su salud', acudía frecuentemente a la consulta, le dijo 'si usted no deja de pensar en el cáncer, tarde o temprano llega a desarrollar ese tipo de malestar o enfermedad' ¿Qué tanto hay de cierto? Yo creo que deberíamos seguir casos por años para poder confirmar algunos de esos que llegan a concretarse, no es ilógico pensar si una persona que día a día está pensando en que enfermará de algo probablemente desarrolle esa posibilidad”.
Un duelo en parámetros a nivel nacional y mundial, dura seis meses, aunque puede cambiar en cada una de las personas, algunas personas logran superar esto antes de este tiempo y otras más quedarían atrapadas.
Colocar ofrendas o realizar rituales de despedida son opciones para cerrar el ciclo de una pérdida, como parte de un proceso sano “de 100 personas, entre el 1 y 2 por ciento llegan a desarrollar o mantenerse en un duelo que nosotros clínicamente ya no lo llamamos 'duelo', lo llamamos melancolía; una especie de depresión que se instala y se le ve triste por un tiempo mayor a pesar de que haya pasado un año o dos y la persona sigue estando como si hubiera pasado hace una semana”.
El investigador dijo que la persona tendrá que someterse a un tratamiento farmacológico, en donde se deberán fortalecer sus redes en el hogar, en el trabajo y en todos sus ámbitos.