El coordinador del Programa Universitario de Derechos Humanos (PUDH) de la UNAM, Luis Raúl González Pérez, considera que la desigualdad y la discriminación en el mundo se traducen en aumento en los niveles de pobreza que la pandemia acentuó debido a su efecto en la economía, por lo que, destacó, combatirlos contribuirá a alcanzar los Objetivos del Desarrollo Sostenible con una sociedad más igualitaria.
Para lograrlo es necesario vincular la ciencia y la investigación a la solución de estos grandes problemas; apoyarse en las instituciones de educación superior (IES) con riqueza en ideas y propuestas; deben ser vistas como centros de enseñanza para el progreso. Además de focalizar una política pública que ayude a atenuar los efectos económicos de la emergencia sanitaria, explicó en coordinador del PUDH en ocasión del Día de la Cero Discriminación.
“Todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 se interconectan: si vemos los objetivos como hambre cero y combate a la pobreza, tienen un papel fundamental pero también igualdad de género, que es el objetivo cinco. Ha habido avances, pero tal vez debemos meter el acelerador pues un estudio en 2018 reveló que iba creciendo la presencia de la mujer en el servicio público, pero lamentablemente era en puestos operativos; es decir, no abarcaba puestos directivos”.
La más reciente Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS) del 2017 con apoyo de la UNAM, la CNDH, el INEGI y el Conacyt, reveló que 20.2 por ciento de la población de 18 años y más declaró haber sido discriminada en el último año por alguna característica o condición personal, tono de piel, manera de hablar, peso o estatura, forma de vestir o arreglo personal, clase social, lugar donde vive, creencias religiosas, sexo, edad y orientación sexual, recuerda el universitario.
El 40.3 por ciento de la población indígena declaró haberla padecido; y lo mismo sucedió con 58.3 por ciento de las personas con discapacidad; en tanto que 41.7 por ciento fue relegado por sus creencias religiosas.
Para la UNAM, agrega, es de particular preocupación la discriminación contra las mujeres y si bien se ha dado un avance para que, como debe ser, tenga mayor presencia en los ámbitos económico-sociales y políticos, todavía falta a nivel de cuerpos directivos. González Pérez detalla que los retos son numerosos en el tema de las personas en contextos de migración donde enfrentan violencia por hambre.
Las IES tienen un papel importante para dirigir al alumnado hacia un trato más equitativo hacia las mujeres, las niñas, la población migrante, personas con discapacidad, trabajadoras del hogar o con enfermedades como el VIH.
La pandemia ha puesto en evidencia problemáticas de violencias ligadas a la estigmatización que existen en nuestro país.
“Las autoridades de los distintos niveles de gobierno y poderes deben generar las condiciones para hacerla efectiva, es lo que se conoce como igualdad sustantiva o real. No basta que me digas que soy igual ante la ley si no se erradican las barreras que me imposibilitan alcanzar esa igualdad”.
Impulsado por la Asamblea General de Naciones Unidas a partir de 2013, el 1 de marzo se celebra el derecho de las personas a vivir una vida plena y productiva con dignidad. Se pone de manifiesto cómo pueden informarse y fomentar la inclusión, compasión, paz y poner fin a cualquier forma de exclusión.
Coin información de la UNAM
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