El tono de voz entre nervioso con una combinación de enojo anticipaba su derrota. La tarde del miércoles 4 de mayo el magistrado Rubén Jasso Díaz abrió la sesión extraordinaria solemne del pleno del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), convocada para la designación del presidente del Poder Judicial a sabiendas de que no había logrado sumar los votos que le permitirían reelegirse para un periodo más de dos años como era su intención. Su enojo era inocultable.
Pero la derrota de Jasso había iniciado meses antes. El expresidente municipal de Cuernavaca, Manuel Martínez Garrigós, quien actualmente es abogado litigante puso el dedo en lo que hasta ese momento eran solo “comentarios de pasillo”: el tráfico de influencias encabezado por Rubén Jasso y orquestado por su familia en el Poder Judicial aprovechando su posición de privilegio.
La batalla de Garrigós
En septiembre de 2021, Manuel y José Martínez Garrigós denunciaron a Rubén Jasso, a su padre Felipe Jasso Escobar y a la esposa de éste, Myredd Alexandra Mariscal Villaseñor, primero ante la subprocuraduría fiscal de investigaciones de la Secretaría de Hacienda federal y después ante la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF).
Manuel Martínez señala que el padre del magistrado Rubén Jasso, quien concluirá el cargo de presidente del Poder Judicial hasta el próximo 17 de mayo, a plena luz del día y con tráfico de influencias litiga “y suponemos que con eso se configura el ilícito de operación con recursos de procedencia ilícita y que comúnmente se llama lavado de dinero”.
Garrigós asegura que el magistrado Rubén Jasso y sus familiares litigan mediante componendas, también trafican influencias y llevan casos en los que hay conflicto de interés, con lo que obtienen recursos de manera ilegal.
José y Manuel Garrigós explican que ellos mismos fueron víctimas de ese modo de operar de parte del magistrado y sus parientes, durante un caso por conflicto familiar en el que Rubén Jasso operó en su contra amenazando a jueces y mediante tráfico de influencias. Ambas denuncias están presentadas y su desahogo está en curso.
El hermano beneficiado
Pero este no es el único caso de presunto tráfico de influencias en el que se ha visto envuelto el nombre de Rubén Jasso o alguno de sus familiares. En 2013 de manera pública el empresario textil Mario Alberto Flores García denunció a Rubén Jasso Díaz, quien para ese momento era consejero de la judicatura por haber usado su posición en el Poder Judicial, para influir en la asignación de un contrato para la confección de los uniformes del TSJ y con ello favorecer a la empresa Corporativo Nautilius S.A. de C.V., copropiedad de su hermano y magistrado en ese momento del Tribunal Contencioso Administrativo, Martín Jasso Díaz, y su cuñada Fulgencia Villegas Castorela, quien era directora jurídica de la Universidad Politécnica del Estado de Morelos.
Para acreditar la vinculación familiar de la empresa ganadora con la familia Jasso, el empresario mostró copia de un acta constitutiva del corporativo, escriturada en noviembre de 2013 por la entonces notaria 5, Patricia Mariscal Vega, en la que aparecen como fundadores de la maquiladora Benito, Quirino y Fulgencia Villegas Castorela, Elia Castorela Ocampo, Martín Jasso Díaz y Javier Nava Castillo.
Este hecho llevó incluso a Mario Alberto Flores García presentar una denuncia de hechos SC01/3690/2016, ante el evidente conflicto de intereses, tráfico de influencias y uso indebido de la función pública.
Todos los caminos llevan a Roma... y también a Jasso
En marzo pasado cuando Rubén Jasso ya preparaba su reelección al frente de la presidencia del Poder Judicial, tuvo que enfrentar lo que hasta ahora podría considerarse como uno de los mayores cuestionamientos al actuar del Poder Judicial en Morelos.
Nicolás Celis, productor de la película Roma, denunció que sus sobrinas, Gal y Maya Dor-el Medina, le fueron arrebatadas a su hermana a pesar de que tenía asignada la guardia y custodia de las menores. La pretensión era enviarlas de forma ilegal a Israel con su papá tras un proceso “exprés” en el juzgado tercero de Morelos. De inmediato, el director mexicano Guillermo del Toro también utilizó su red social para pedir la intervención en este caso del canciller Marcelo Ebrad y logró. En Morelos, de manera débil el presidente del TSJ afirmaba que la jueza que resolvió el caso de la custodia de las dos niñas, hijas de Carolina Medina López, hermana del productor de la película Roma, había actuado conforme a la ley.
Ante medios de comunicación aseguró que existía un oficio que giró el Gobierno de Israel al Poder Judicial a su cargo, para realizar una restitución internacional de menores, luego de que la justicia en esa nación le concedió la custodia al padre de las menores de nacionalidad israelí.
Sin embargo, el desempeño del Poder Judicial de Morelos quedaría en entredicho, y es que tras la intervención del secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, las menores fueron reintegradas con su mamá. La Constitución Política de México en su artículo 17 precisa que “toda persona tiene derecho a que se le administre justicia por tribunales que estarán expeditos para impartirla en los plazos y términos que fijen las leyes, emitiendo sus resoluciones de manera pronta, completa e imparcial”. Es evidente que esta sigue siendo una aspiración que no siempre se cumple.
La caída
La tarde del miércoles 4 de mayo Rubén Jasso perdió la elección que para él era “un trámite”, pues estaba convencido de su reelección al frente de la presidencia del Poder Judicial. Con 11 votos a favor, el magistrado Luis Jorge Gamboa Olea resultó electo presidente del Poder Judicial para los siguientes dos años, dejando así en el camino a su homólogo Rubén Jasso, quien pretendía reelegirse.
En la sesión extraordinaria solemne, el magistrado Gamboa rindió la protesta de ley correspondiente a su nueva responsabilidad que habrá de iniciar el próximo día 18 de mayo y concluirá el 17 de mayo del año 2024.
En su primera declaración ante representantes de los medios de comunicación, Gamboa reconoció a sus homólogos y de manera particular al magistrado Jasso el proceso electivo y democrático que es muestra de civilidad y que puso de manifiesto la independencia y soberanía del Poder Judicial.
Anticipó que la bandera de su administración será que el Poder Judicial se vuelva competitivo a nivel nacional, a nivel de jueces y también los propios magistrados. Por ahora dijo que el Tribunal Superior de Justicia tendrá que empezar a realizar ejercicios en los que el Poder Judicial también proponga modificaciones a las leyes y uno de esos primeros proyectos estará encaminado para tipificar la violencia vicaria en Morelos.
Tras la elección y toma de protesta de Gamboa Olea, el saliente presidente Rubén Jasso dio por concluida la sesión de manera apresurada y se retiró del salón de plenos sin emitir ninguna declaración.
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