La actividad humana sí afecta temperatura global

Crecimiento económico y emisión de gases invernadero, ligados a inviernos más extremos, veranos más cálidos y mayores precipitaciones

El Sol de Cuernavaca

  · martes 26 de enero de 2021

La actividad humana se encuentra más relacionada con el aumento de la temperatura global de lo que antes se pensaba / Cortesía | EFE

La actividad humana se encuentra más relacionada con el aumento de la temperatura global de lo que antes se pensaba, y esos factores antropogénicos incrementan la probabilidad de ocurrencia de inviernos más severos y otros eventos climáticos extremos en latitudes medias del planeta, reveló un equipo internacional de científicos.

Uno de sus integrantes, Francisco Estrada Porrúa, coordinador del Programa de Investigación en Cambio Climático (PINCC) de la UNAM, explicó que el crecimiento de la economía y las emisiones de gases de efecto invernadero que genera se pueden ligar a una tendencia general de elevación de la temperatura en el mundo, y también a inviernos más fríos, veranos más cálidos o precipitaciones extremas.

Lo anterior se dio a conocer recientemente en el artículo Spatial variations in the warming trend and the transition to more severe weather in midlatitudes, publicado en Scientific Reports de la prestigiada revista internacional Nature.

La aparente contradicción entre el aumento sostenido en las concentraciones atmosféricas de bióxido de carbono (CO2) y una disminución en la tasa de incremento en la temperatura del planeta registrada en los años 90 del siglo pasado, es uno de los principales argumentos de los escépticos para cuestionar el efecto de la actividad humana sobre el clima.

Desde la Revolución Industrial, pero…

La temperatura global se ha elevado desde el inicio de la Revolución Industrial, abundó Estrada Porrúa, pero a partir de 1960 la tasa de calentamiento se triplicó; luego se registró una etapa en la que parecía que había una pausa a ese fenómeno, en los años 90.

“Con herramientas de econometría y series de tiempo nos dimos a la tarea de analizar estas series de temperaturas, global y de los hemisferios norte y sur, para explicar si había una influencia antropogénica en estos cambios. Encontramos que hubo eventos socioeconómicos de gran magnitud que afectaron esa tasa.”

De ahí el Protocolo de Montreal, iniciativa mundial para disminuir la presencia de clorofluorocarbonos en la atmósfera y proteger la capa de ozono, porque estos compuestos tienen un potencial de calentamiento mayor que el CO2, con lo cual, de manera fortuita, se modificó la tasa de calentamiento.

Asimismo, el cambio de fertilizantes y el uso más eficiente del agua en la producción agrícola asiática afectaron a una bacteria del suelo que produce metano, gas de efecto invernadero también con mayor potencial de calentamiento que el CO2. A esto se sumó el desarrollo industrial de China e India que produjo aerosoles atmosféricos, que reflejan parte de la energía solar.

El descubrimiento

El universitario y sus colaboradores descubrieron que debido a que el Ártico sigue calentándose y las latitudes medias en menor medida, el contraste de temperaturas entre ambas regiones ha aminorado y eso afecta la corriente en chorro polar, es decir, los vientos que hacen que las masas de aire polar se mantengan confinadas en el Polo Norte.

Cuando la corriente en chorro polar se debilita porque el contraste térmico disminuye, las masas de aire polar pueden llegar más al sur de lo que normalmente harían y pueden alcanzar sitios lejanos como Florida y en lugares como el norte de Estados Unidos, Europa o Asia pueden ocasionar inviernos muy severos.

De esta manera, Estrada Porrúa y sus colegas confirmaron con datos el patrón conocido como “Ártico caliente y continentes fríos”, lo cual se liga a la literatura que estudia la atribución del cambio climático con aquella sobre la ocurrencia de eventos extremos. “Estamos conectando la intervención de los humanos con el clima, con eventos de carácter meteorológico, inviernos muy fríos, precipitaciones extremas o veranos muy cálidos como los que se han registrado en Asia”.

Impactos inesperados

El científico detalló además que las actividades humanas ya han alterado el clima al grado de que a pesar de que se lograra disminuir la tasa de calentamiento, estos cambios pueden producir impactos inesperados en el clima y en la ocurrencia de eventos extremos como inviernos más severos.

“Es una gran advertencia: hay que mitigar globalmente el cambio climático, porque sólo así nos libraremos de sus peores efectos, y mientras ello ocurre, adaptarnos a los periodos de transición y sus perturbaciones.”

Estrada Porrúa afirmó que la estabilización de la temperatura puede tardar décadas; sin embargo, con un escenario consistente con el Acuerdo de París, a mediados de este siglo podría detenerse la tendencia al calentamiento y llegar a un nuevo equilibrio. “Pero si no se logra, en este siglo la temperatura podría aumentar hasta cuatro grados, y entonces las sorpresas pueden ser mucho más grandes y severas”.


Con información de la UNAM

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