Si el objetivo es restaurar el ecosistema, la reforestación no es la solución, aseguró Oscar Dorado Ramírez, investigador de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM); además, comentó que desgraciadamente en el país les gusta más apagar incendios, cuando es mejor prevenir.
Indicó que cuando ocurren incendios forestales, generalmente se piensa que no hay de que preocuparse porque se va reforestar.
Como si la reforestación realmente funcionara, en México en términos generales, la reforestación en áreas rurales, en áreas naturales no funciona por varias razones, apuntó.
Destacó que si la decisión de los gobiernos es reforestar áreas naturales, se debe tener cuidado en cómo hacerlo, puesto que si realmente se busca recuperar lo que le propio ser humano ha destrozado, se debe hacer una restauración ecológica.
Explicó que la restauración ecológica no sólo implica pensar en los árboles, sino en todo el entorno, por ello deben usar especies nativas y que el tamaño de las plántulas sea suficiente: no muy pequeñas; también debe de planearse bien la época de plantación, ya que es en meses de lluvias; además donde plantarán ya que "existe una tendencia del ser humano, le gusta ir a plantar árboles donde esta pelón".
Las regiones abiertas, les da el sol todo el día y la poca lluvia que pudiera llegar se va ir, y esa lluvia va erosionar el suelo, por lo tanto son regiones secas, con pocos nutrientes y muy erosionadas, por lo tanto no sirve de nada de reforestar esos sitios.
Lo que nosotros hemos dicho, es que hay que reforestar aunque parezca ilógico, una área con vegetación, reforesten en la orilla porque tiene más posibilidades, ya que al menos la sobra que le dé, genera más nutrientes, aves que dispersen semillas, que polinicen y va ser más eficiente, en lugar de un llano.
Aseguró que realmente no hay déficit de plántulas en las selvas y los bosques, no existen problemas, las semillas germinan, y en cuanto a las zonas naturales afectadas por incendios forestales sí se pueden plantar árboles, pero que sean los adecuados, del tamaño, momento y espacio adecuado.