Con mochila al hombro y una botella de agua cada uno, Andrés Cosset, Ana Burgos y Domingo Leal, partieron la tarde del jueves 23 de febrero desde el Museo Casa Zapata, en el poblado de Anenecuilco, con rumbo a la Ciudad de México.
De esta manera, los tres ciudadanos de Ayala comenzaron con la marcha "120 kilómetros de resistencia" en protesta a la inseguridad que prevalece en el estado de Morelos, el aumento de precio en los productos de la canasta básica y por la falta de oportunidades de desarrollo para los campesinos.
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El recorrido de los tres agricultores tendrá una primera parada para descansar en la localidad de Cuautlixco, en el municipio de Cuautla, para continuar después rumbo a Tepoztlán.
Rechazan los agricultores cualquier tipo de ayuda
Al partir, los productores insistieron en su rechazo a ser custodiados por elementos de seguridad pública, así como recibir apoyo de paramédicos o voluntarios.
"Nos preparamos física y mentalmente para este recorrido. Además, somos gente de campo, acostumbrada a caminar largas distancias", dijo Andrés Cosset a unos pasos de haber abandonado la casa que vio nacer a Emiliano Zapata en 1879.
Por su parte, Ana Burgos aclaró que, si bien sólo tres personas forman parte de la marcha y no aspiran a que se trate de una movilización masiva, los ciudadanos que deseen entregarles alguna petición dirigida al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, podrán hacerlo durante el trayecto, así como aquellos que deseen unirse a la marcha, que podría durar dos días y medio.
"Vamos a llevar un pliego de solicitudes dirigidas a la presidencia de la República, porque creemos que no cumplieron con los compromisos que el presidente asumió para el campo, la seguridad y el empleo", dijo Ana Burgos.
Al salir del museo, los manifestantes hicieron una parada en el zócalo de Anenecuilco, a los pies de una estatua dedicada al Caudillo del Sur, rindiéndole honor.
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