El 2023 será un año preelectoral, con miras al 2024, cuyos parteaguas serán los cambios en las leyes electorales. Por lo que el INE, de aprobarse la reforma, deberá reestructurarse y modificar la manera en cómo organiza las elecciones y de ahí vendrá una serie de campañas con un discurso político casi inexistente.
La situación política actualmente es complicada, reconoció el politólogo, académico y periodista Daniel Adame Osorio, quien dijo que el año electoral empezó desde el 2022 “con una serie de ajustes y lleno de anormalidades”, pero sin duda el 2023 será mucho más complicado: “Volveremos a la etapa crítica de lo que se supone es el Sistema Político Mexicano”.
Pero aun cuando falta mucho para las elecciones de 2024, donde se elegirá presidente de la República, gobernador y alcaldes en Morelos, la disputa por los lugares ya empezó, pero, lejos de construir el mensaje político verdadero, lo que se ha visto es enfrentamiento y en donde las falsas noticias y el nuevo analfabetismo digital están presentes.
Es decir, se percibe hasta ahora un discurso falto de propuestas, trabajo y solidaridad: “Lo único que observamos desde este momento es que se están dando mucho las migraciones políticas de personas y grupos concretos, pero surgen del mismo 'árbol'. Sin duda estamos llegando a una etapa crítica para la sucesión presidencial pero que llegó ante la falta de resultado en la política, en el desarrollo, en la administración”, dijo Adame Osorio.
A partir de eso, todos los gobernantes han reproducido un mensaje igual al que encabeza actualmente el sistema político.
Agregó que en Morelos hacen falta argumentos políticos: “No hay discursos políticos, son grupos que se está almacenando unos a otros, rodeándose por lo que hacen las dos grandes corrientes, poner a la sociedad en dos partes, polarizarla, poner a los mexicanos a enfrentarse a ellos mismo justo porque no hay resultado ni en materia económica, política ni social”.
Reconoce que el discurso político es una propuesta que no existe para el caso de Morelos, ya que simplemente los actores se agrupan en dos grandes corrientes, de un lado el oficialismo que intenta ver cuáles son las opciones de personas, mas no del proyecto, y del otro lado los que buscan acuerdos básicos y presentar candidaturas únicas.
“Ese discurso político no existe como una primera gran respuesta, básicamente se busca consolidar una fuerza. En Morelos no hay duda de que en contra de todas las ideas los indicadores señalan que se tiene al estado sumido en el retroceso”.
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