Cuando un rescatista llega a la zona del desastre, la esperanza de encontrar a alguien con vida es su motor principal. Sin embargo, la realidad a menudo golpea con una fuerza devastadora. Para los voluntarios de la asociación civil EMRU BREO M, fundada hace una década con el objetivo de ayudar a la gente de Morelos en situaciones de emergencia, la experiencia de encontrar cuerpos sin vida es un golpe que deja huellas.
“Nuestro objetivo es encontrar a las personas o víctimas que están sepultadas. Ver a su familia, a los padres, que los saquemos, que los encontremos. No importa cómo estén, pero ellos quieren el cuerpo de sus familiares. En ese momento te esfuerzas por sacarlos… Tú piensas que los puedes encontrar con vida, pero cuando los encuentras ya inertes y se los entregas a sus familiares, es algo muy impactante, un sentimiento que se te queda clavado para siempre”, relata Ricardo Morellano, fundador de la agrupación.
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Ricardo Morellano y Gilberto Solís, dos de los comandantes del grupo de voluntarios, se reúnen en Cuautla para ultimar los detalles del viaje que emprenderán a Acapulco este 30 de septiembre tras el paso del huracán John. Se trata de la segunda brigada de voluntarios que parte de Morelos con la ilusión de que su trabajo le devuelva el aliento a las familias que lo han perdido todo.
“Recuerdo la ocasión en la que encontramos algunas pertenencias, entre ellas un anillo de 15 años. Investigamos y logramos encontrar a la familia de la joven a la que pertenecía. Su mamá había tenido que salir de Guerrero debido a que lo perdió todo. Solo sobrevivieron ella y un familiar, que tuvo una lesión grave en la pierna. Todo esto nos conecta con historias muy fuertes”, agrega Morellano, la mirada y la voz dura.
Huracán Otis: Historias
Habla del anillo de Arely Tempa, una joven de 17 años que murió sepultada por un alud durante el paso del huracán Otis en 2023. Tras encontrar sus pertenencias mientras inspeccionaban la zona, los voluntarios se dieron a la tarea de buscar a sus familiares. Su madre, Martha Elena Sánchez, viajó a Cuautla días después para recibir el anillo. Ricardo y los suyos se lo entregaron.
Hemos llorado, son cosas que te conmueven y te llegan, porque somos humanos. Sí se siente la pérdida de otra persona
Rescatistas: Sin esperar nada a cambio
Ricardo Morellano fundó el grupo de rescate en 2014, tras abandonar la delegación cuautlense de la Cruz Roja Mexicana, con la firmeza de seguir ayudando a la gente sin esperar nada a cambio ya que, como él mismo lo describe, la naturaleza del voluntariado es hacer las cosas por propia voluntad, sin esperar nada a cambio.
“Todo es voluntario, todo sale de nuestra bolsa y de las cooperaciones de amigos, vecinos, compañeros o familiares que nos ayudan con lo que pueden. No realizamos colectas, porque esto es voluntario. Creemos en el servicio altruista”, explica Morellano.
Los primeros en unirse fueron su esposa y sus hijos, quienes hoy son piezas claves de la asociación. Su hijo, Javier Ricardo Morellano Núñez, partió a Puerto Marqués el 27 de septiembre junto con seis voluntarios y en dos días han hecho más de 400 rescates. Actualmente, el equipo está integrado por cerca de 180 personas en todo el estado de Morelos, con equipo y vehículos que les permiten apoyar a la gente que enfrenta alguna emergencia dentro y fuera de Morelos.